El domingo llega el tan esperado Super Bowl a Nueva Jersey. Ni el tráfico, ni el alcohol, ni los fanáticos son las principales preocupaciones de las autoridades, el problema número uno de la lista: el tráfico sexual.
“Muchos creen que el extenso sistema de carreteras del estado, la proximidad con la ciudad de Nueva York y la diversa población, lo convierten en una excelente base de operaciones para los traficantes”, publicó The Huffington Post el pasado 6 de enero.
Indigo Staff