Aunque calificada de “disparatada y loca”, la polémica propuesta del magnate Donald Trump de cortar el flujo de remesas, tasándolas para pagar de allí el muro que pretende levantar entre México y Estados Unidos, no deja de preocupar a los líderes de las organizaciones migrantes.
La propuesta del aspirante republicano a la presidencia en Estados Unidos contempla un cobro a México de entre 5 a 10 mil millones de dólares para construir un muro de más de mil 600 kilómetros de longitud sobre la frontera entre los dos países y sería pagado con los impuestos que generen las remesas.