“Todos ven lo malo de lo que pasó, pero nadie me agradeció por ser compartida”.
So-won es una niña coreana de 8 años que fue atacada a muerte por un hombre mayor de cincuenta, hecho que, visto desde otros, no fue intencional.
El caso de So-won retrata en el filme muchas de las injusticias que ocurren en el mundo a cada segundo. Un caso en el que los inocentes sufren las consecuencias de personas que jamás pagarán por sus actos, ya que son juzgados con la lupa de una cultura desigual.