A la par de su combate al narcotráfico, la PGR ha comenzado una cacería sin tregua en contra de exfuncionarios federales para requerirles supuestos pagos indebidos que apenas rebasan los mil pesos.
Para realizar las notificaciones, la dependencia federal echa mano de todos sus recursos: vehículos, personal y hasta viáticos para entregar los requerimientos a los exempleados señalados.