Lucé Fortuño, la primera dama de Puerto Rico, caminó hasta el podio de la Convención Nacional Republicana el martes pasado por la noche y sonrió a un entusiasta público. Fue la encargada de presentar a Ann Romney, la esposa del candidato a la presidencia por el Partido Republicano.
Al igual que Fortuño, varios hispanos desempeñaron papeles prominentes en la convención: el senador Marco Rubio se encargó de presentar al propio Romney el jueves y la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez, habló el miércoles justo antes que el candidato a la vicepresidencia, Paul Ryan.
Claudia Torrens