Hace tiempo ya que los mexicanos no teníamos nada que celebrar juntos, no existía en el radar mediático una razón de peso para sentirnos uno solo.
Todo lo contrario, en su mayoría los motivos para unirnos provienen de asuntos que parten de la diferencia de opiniones, de pensamiento, de ideologías.
Incluso el pasado 1 de Julio, día en que se llevó a cabo “nuestra fiesta democrática”, nadie salió a celebrar en la noche cuando se conocieron los resultados preliminares.
Juan Carlos Altamirano