Aunque en apariencia se trataría de la presentación del programa presidencial para pacificar a Michoacán, lo más probable es que la presencia de Enrique Peña Nieto en Morelia sea para avalar lo que Alfredo Castillo ha venido haciendo en ese estado.

Y es que después de que la semana pasada el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, informó sobre la existencia de evidencia que acredita que los ejércitos de “papá Pitufo” son armados por el Cártel Jalisco Nueva Generación, el comisionado Alfredo Castillo quedó en entredicho. 

No es una hipótesis, ni una suposición. La Procuraduría General de la República ya cuenta con evidencias que confirman que los grupos de autodefensa michoacanos fueron armados por grupos de la delincuencia organizada. 

El procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, informó que se trata de una “evidencia que está convertida en consignación” la que acredita que el Cártel Jalisco Nueva Generación, fue quien armó a los grupos de autodefensa de Michoacán. 

Que Fidel Castro es un dictador nadie lo niega. Como tampoco nadie podrá negar que a pesar de eso, el cubano es una figura legendaria en la política mundial. 

De ahí que a nadie le debería incomodar, ni mucho menos sorprender que Enrique Peña Nieto haya aprovechado su estancia en Cuba para sostener un encuentro con el viejo dictador, tal y como lo hizo en su momento, Vicente Fox. 

Con la novedad de que la firma del acuerdo suscrito entre los grupos de autodefensa y el comisionado presidencial Alfredo Castillo, no tenía como finalidad frenar las acciones militares “de los valientes ciudadanos” que se levantaron en armas, sino todo lo contrario. 

Y es que una vez que estos grupos paramilitares fueron “legalizados” mediante una resolución metaconstitucional del comisionado, Estanislao Beltrán, mejor conocido como “papá Pitufo”, anunció que no pararán hasta que las autodefensas hayan tomado la totalidad de los 113 municipios del Estado de Michoacán. 

Como aquí lo advertimos en su oportunidad, ayer se escenificaron los acuerdos entre los grupos de autodefensas michoacanos y Alfredo Castillo, cuando ni siquiera han transcurrido 15 días desde que el mexiquense fuera designado comisionado presidencial para la seguridad de Michoacán.

Ahora resulta que el exprocurador del Estado de México salió más listo que Henry Kissinger para lograr en menos de 15 días, lo que el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, no pudo lograr en más de un año.