Una cosa es una manifestación pacífica, y otra muy distinta es un desfile armado y violento.
Lo primero es un derecho humano reconocido por la Constitución General de la República.
Lo segundo es un desafío, no solo para el gobierno legalmente constituido, sino para la sociedad en su conjunto.
Por eso, no deja de ser un despropósito que el subsecretario de gobernación Luis Nava, le haya garantizado al “movimiento popular” de Guerrero el “libre tránsito” a quienes afirman que “Guerrero es de guerrilleros”.
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