En los próximos días el gobernador Rodrigo Medina vetará la reforma a la Ley de Transporte para la Movilidad Sustentable aprobada en el Congreso la semana pasada. Eso se veía venir.
El rechazo a esta reforma legislativa fue una de las monedas de cambio que entregó el Estado para conseguir desactivar la crisis con los transportistas encabezados por el líder de la CTM, Ismael Flores.
Los diputados del PAN pretendían con esta reforma de ley que fuera el Congreso del Estado –y no el Ejecutivo- el que autorizara cada año las tarifas que cobran los camiones.
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