Cuando British Petroleum compró a la estadounidense Amoco en 1998, el resto de la industria energética reaccionó con una ola de consolidación que resultó en la creación de las petroleras privadas conocidas como las supermajors.
Pero más de 15 años después, la empresa (ahora conocida como BP) ha sufrido un severo declive, y ahora es ella la que debe cuidarse la espalda ante la posibilidad de una adquisición agresiva.
Rolando Hinojosa