Detrás de todo gran escritor hay una gran agente. Y eso fue Carmen Balcells, la mejor agente de la literatura de habla hispana.

De hecho, "a Balcells se le atribuyen dos grandes logros: profesionalizar el mundo editorial y ser la impulsora del boom latinoamericano", de acuerdo a BBC Mundo.

Fallecida a los 85 años, la española recibió la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en mayo del año 2000, de manos del rey Juan Carlos. También fue condecorada con la Medalla del Gobierno de Chile en 2004 y con el Premio Montblanc a la Mujer en el 2006.

La madrugada de este jueves falleció el autor chiapaneco Eraclio Zepeda, a los 78 años.

El autor de “Benzulul” obtuvo diversos premios por sus obras literarias y trayectoria, como la medalla conmemorativa del Instituto Nacional Indigenista en 1980 y el premio Javier Villaurrutia por su obra “Andando el Tiempo”, en 1982.

Desde 1994 fue miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte. Obtuvo la medalla Belisario Domínguez en 2014; el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el Área de Lingüística y Literatura, de la SEP ese mismo año.

El neurólogo británico Oliver Sacks, aclamado autor de numerosos libros, entre los que destaca Despertares, que fuera trasladado a una exitosa cinta de Hollywood, murió ayer a los 82 años en Nueva York.

Con más de un millón de copias vendidas de sus libros, Sacks alcanzó un nivel de popularidad muy poco común entre científicos, de acuerdo con el obituario de The New York Times.

Revolucionario

En este regreso a clases, acostumbrarse a los nuevos horarios y a levantarse temprano le cuesta a chicos y grandes. 

La mejor opción para llevar una vida sana y descansar durante la noche es tener una alimentación saludable y hacer ejercicio.

Sin embargo, cuando eso no es suficiente y los niños no quieran –o no puedan– conciliar el sueño por la cantidad de energía que tienen, tal vez sea momento de leerles un cuento para dormir. Y no uno cualquiera.

Kismet, ese acto puro acuñado del Islam que nos marca a un inequívoco resultado en la vida: Destino. No se manipula, imprevisto, irrefrenable para cualquier ser humano que desee interponerse ante la voluntad de un universo inexplicable.

Bajo la premisa de que ninguna casualidad es fortuita, sino que la causalidad es parte de una vida que choca ante las causas y efectos de nuestros actos, es lo que se propone como entremés para entendimiento de “El maravilloso y trágico arte de morir de amor”, la segunda novela de Gisela Leal, escritora regiomontana de 27 años de edad.