Batazos de gloria
El buen momento y la excelente temporada que han tenido Dodgers de Los Ángeles se debe al efectivo funcionamiento de sus jugadores y la buena química que tienen con su manager, Don Mattingly.
Sin embargo, en el roster de la novena californiana brilla con luz propia el pelotero mexicano Adrián González, quién desde el inicio de la Temporada 2015 ha sido pieza clave para que Dodgers sigan sumando victorias y se mantengan en el primer puesto de su conferencia en la Liga Nacional.
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El buen momento y la excelente temporada que han tenido Dodgers de Los Ángeles se debe al efectivo funcionamiento de sus jugadores y la buena química que tienen con su manager, Don Mattingly.
Sin embargo, en el roster de la novena californiana brilla con luz propia el pelotero mexicano Adrián González, quién desde el inicio de la Temporada 2015 ha sido pieza clave para que Dodgers sigan sumando victorias y se mantengan en el primer puesto de su conferencia en la Liga Nacional.
El primera base se ha volado la barda en nueve ocasiones, ha conectado 49 hits, 17 dobletes y 32 carreras producidas, números que han respaldado el contrato de casi 160 millones de dólares por ocho temporadas con los angelinos. Mismo que lo convierte en el deportista mexicano mejor pagado.
Y es que el “Titán” se unió a una lista de 11 elementos que en este 2015 cobrarán por lo menos 10 millones de dólares, para así convertir a Dodgers en el conjunto con la nómina más alta de las Grandes Ligas, con un total de 235 millones de billetes verdes.
“En el beisbol, por supuesto, la nómina no tiene que ver con si vas a ser campeón o no; obviamente, si tienes jugadores con mayor experiencia y que ganan más, es porque aparentemente son mejores, y eso ayuda”, aseguró a Forbes el dos veces ganador del Guante de Oro.
Este año apunta a que Dodgers será protagónico de nueva cuenta, pero eso no será suficiente para que González se consolide como una figura de la franquicia. A diferencia del 2014, esta temporada el mexicano deberá luchar como nunca para ahora sí conseguir el tan ansiado gallardete.