https://www.youtube.com/watch?v=8GWFAq59Arw
No fue solo ascender a la Primera División, fue una apuesta feroz al protagonismo que un bicampeonato costó 84 partidos para llegar.
Los Panzas Verdes del León escribieron la historia con letras de oro al coronarse por vez consecutiva como rey supremo de la Liga MX, pasándole por encima al Pachuca de la familia.
Con el silbatazo final de Francisco Chacón, una serie de recuerdos se esparcieron entre la felicidad de quienes nunca fueron favoritos al título sino hasta que se proclamaron como tal.
Entraron en octavo, de rebote y cuando nadie los esperaba. Incluso puede decirse que vivieron una de sus peores temporadas donde hasta el técnico Gustavo Matosas pensaba en dejar al equipo, pero todo fue cuestión de ponerse el chip y cambiar de actitud.
Ya en Liguilla, agradecieron los “favores” de haberse colado con cátedra de futbol, primero cuando tumbaron al superlíder Cruz Azul y después echar lejos al peligroso Toluca.
Solo entonces se dieron cuenta de sus alcances y de que había llegado el momento de trascender.
Pese a que durante el primer tiempo del juego de anoche en Pachuca ofrecieron un espectáculo para el olvido, fue en la segunda parte cuando mejoró la perspectiva de ambos adversarios pero más en León, que por eso llegaron las jugadas de peligro y por ende el gol.
La ida con resultado de 3-2 en favor de los Tuzos puso un toque de estrés en La Fiera, pero el peligro lo convirtieron en drama cuando consiguieron el tanto vía Mauro Boselli para forzar a los tiempos extra
Después, la segunda diana, la del bicampeonato del León llegó cerca del fin del cronómetro en el alargue, gracias a un cabezazo certero de Ignacio González en el arco de Óscar Pérez.
“Estábamos comprometidos con nosotros, con hacer historia. León se ha recuperado en donde debe estar, entre los mejores”, dijo Nacho, autor del gol del título cuando terminó el encuentro histórico.
Porque después de haberse entregado por completo a la Copa Libertadores y retomar la Liga por ese fracaso internacional, el León se volvió al certamen nacional como el caballo negro de la competencia.
La multipropiedad puso el toque morboso a esta serie final entre León y Pachuca que además de inédita fue insólita por la forma en que los verdes se adueñaron de su séptimo título.
La presencia de Carlos Slim en el estadio Hidalgo demostró que el magnate mexicano también sabe jugar su papel como accionista de Grupo Pachuca, lo cierto es que ahora celebra el título de los Esmeraldas, pero desde antes de jugarse la final ya tenía el título ganado.
Vaya historia, el hijo le ganó al padre y el peor sembrado le ganó al del líder de goleo.
Así de mágica fue la historia con final feliz para los Panzas Verdes, y así de sorprendente fue el cierre dramático que de inmediato cambia la perspectiva de quien juega en León y de quien le va al León.
Slim ‘jugó’ la final
En la que se trató de su primera visita al estadio Hidalgo, casa de los Tuzos del Pachuca, el magnate mexicano Carlos Slim se dejó ver apoyando a sus equipos en la Final de Liga MX.