Carrera contra las tragedias

Ver una y otra vez el video del accidente de Jules Bianchi, sobre todo el que fue filmado por un aficionado en las gradas, ya puso a reflexionar a la Fórmula Uno, incluido Fernando Alonso, quien abrió el debate por el uso de las cabinas en los bólidos.

Este lamentable suceso que tiene entre la vida y la muerte al piloto francés de la escudería Marussia, es un caso más que condena la negligencia por el desarrollo del Gran Premio de Japón en Suzuka y las condiciones de inseguridad de las que hasta ahora la FIA no ha querido reconocer.

“Siempre he dicho que si alguna vez tengo un accidente, que sea en un Fórmula 1, porque son los coches más seguros del mundo”, frase de Bernie Ecclestone, director de F1 quien opina que la gravedad de la salud de Bianchi no se debe a un problema en el bólido, sino a la presencia de la grúa con la que chocó.

Hablar de lo que debió ser y no fue tiene poco sentido, sin embargo la propia FIA sí pudo haber echo algo respecto a este accidente, como permitir el uso de policarbonato en el “cockpit” de los monoplaza.

“Si está la tecnología y la posibilidad de usarla, no deberíamos descartarlo”, expresó Fernando Alonso respecto a la utilización de las cabinas cerradas.

“Deberíamos, al menos, poner a prueba la idea. Estamos en el 2014, tenemos la tecnología necesaria, hay aviones y otros muchos ejemplos que han dado resultado positivo, ¿por qué no pensar en ello?”, dijo Alonso.

En 2012 durante la carrera en Spa Francorchamps, Fernando Alonso participó en un accidente multiple tras el arranque de la competencia. Romain Grosejan arrolló su auto a una corta distancia muy de su cara, algo que de tocarlo habría sido de fatales consecuencias.

“Todos los grandes accidentes en el deporte del motor en los dos últimos años han sido lesiones en la cabeza, es una de las partes del cuerpo en la que no estamos al máximo en materia de seguridad.

“Probablemente pude morir (en el accidente de Bélgica) si el coche hubiera pasado diez centímetros más cerca de mi cabeza”, recordó “El Nano”.

El accidente del español no ha sido el único.  Ese año, María de Villota realizaba pruebas aerodinámicas de un Marussia en Duxdorf, Reino Unido. De pronto, se impactó contra el camión de servicio de la escudería y perdió su ojo derecho.

En 2009, Felipe Massa sufrió un accidente similar en Hungaroring cuando la pieza de otro bólido le golpeó la cabeza y lo dejó gravemente herido. 

Y qué decir de otro fatal accidente, el de Henry Surtees, de la F2 también hace cinco años, cuando fue impactado en la cabeza por un neumático que salió disparado tras un choque y murió de forma instantánea.

Estos casos son solo algunos ejemplos que ponen a la FIA en un nuevo “juicio” por la falta de aprobación de protección al piloto en el interior del auto.

Hace tan solo dos años, la Federación realizó algunas pruebas de seguridad con cúpulas de policarbonato heredadas directamente de la aviación militar, teniendo resultados satisfactorios que refuerzan la teoría de que al piloto aún se le puede cuidar más.

Un video difundido por el Instituto FIA para la Seguridad y Sustentabilidad del Deporte motor, muestra las pruebas de la eficacia de un escudo parcial y una cúpula de un avión de combate.

Sobre los objetivos se lanza un neumático con velocidad cercana a los 220 km/h, simulando un accidente que provoca el impacto de un objeto sobre la cabina. El escudo parcial se rompe con facilidad, mientras que la segunda cúpula aguanta el impacto de la rueda.

De estas investigaciones han pasado ya dos años y ni los pilotos ni las escuderías tienen noticias al respecto. 

Ahora que levantó la voz Fernando Alonso, piloto de jerarquía y perteneciente a una escudería líder como Ferrari, habrá que esperar si por lo menos a él lo escuchan en la FIA y pronto hacen algo para ofrecer garantías a los pilotos.