Máquina oxidada
Su escudo y colores no brillan como en antaño. Al presente le pesa su historia… casi como un bulto de cemento.
Cruz Azul es otro ejemplo de un equipo denominado grande que en los últimos torneos se ha vuelto chico, a tal grado de meterse en problemas de descenso, como las Chivas hace no mucho tiempo.
Indigo Staff
Su escudo y colores no brillan como en antaño. Al presente le pesa su historia… casi como un bulto de cemento.
Cruz Azul es otro ejemplo de un equipo denominado grande que en los últimos torneos se ha vuelto chico, a tal grado de meterse en problemas de descenso, como las Chivas hace no mucho tiempo.
La Máquina lleva cuatro torneos por la calle de la amargura y el presente Apertura 2016 pinta de la peor manera, lo que se ha reflejado en su no asistencia a la Liguilla desde el torneo Clausura 2014.
Aquella campaña, el cuadro cementero, de la mano de Luis Fernando Tena, dominó de principio a fin la fase regular, sin embargo, en la Fiesta Grande se quedó una vez más en la orilla.
Desde entonces, los de La Noria vienen en caída libre: en el Apertura 2014 apenas alcanzaron 21 unidades; en el Clausura 2015, 25; para el Apertura 2015 lograron sólo 20, mientras que en el pasado Clausura 2016 obtuvieron 22.
Lo anterior le valió para acercarse aún más a la quema del descenso al situarse en el lugar 13 de la tabla porcentual con 96 unidades, a sólo tres puntos del penúltimo clasificado (Jaguares de Chiapas) y a 10 de Morelia.
No obstante, la realidad indica que en 26 partidos que faltan para completar el ciclo futbolístico de los dos campeonatos (Apertura 2016 y Clausura 2017), y definir el tema porcentual, el margen de puntos se puede acortar.
Si tomamos en cuenta el repunte de Morelia, Veracruz, Puebla o Necaxa, conjuntos involucrados en la lucha por no caer a la Liga de Ascenso, Cruz Azul está en serio problemas y si no se hace un cambio de raíz, la situación puede empeorar.
Desde el Apertura 2014 a la actualidad, tres entrenadores han pasado por las filas de La Máquina: Luis Fernando Tena, Sergio Bueno y Tomás Boy.
“El Flaco” fue el último técnico con el que los cementeros tuvieron protagonismo (también el que los hizo campeones en el ya lejano torneo Invierno 1997), mientras que la designación de Bueno fue por de más criticada, al considerarlo diferente a la filosofía celeste.
“A este equipo le hace falta carácter”, decía la opinión pública y afición cruzazulina, por lo que llevar al “Jefe” Boy al timón del barco para muchos fue una decisión acertada.
Sin embargo, la gestión de Boy ha dado resultados positivos a cuentagotas y ha girado entre polémicas por declaraciones incendiarias del propio entrenador mexicano.
La maldición
El 7 de diciembre próximo se cumplirán 19 años del último campeonato de Liga para el Cruz Azul.
Sin embargo, anterior a ese galardón, el séptimo cetro lo ganó en la campaña 1979-1980, por lo que en 36 años suma sólo un trofeo de campeonato doméstico, acumulando un total de nueve subcampeonato desde entonces.
La década de los 70 fue la más gloriosa para La Máquina, en la cual logró obtener un tricampeonato, teniendo un artífice directivo: Guillermo Álvarez Macías, presidente fundador del club.
Quien fungirá también como director general de la cementera, falleció en 1976. Su hijo, Guillermo Álvarez Cuevas asumió al cargo de presidente en 1988, tomando también el control del primer equipo.
Pero “Billy” no ha podido emular el legado de su padre y a la par de los fracasos del club, también ha protagonizado disputas legales por asuntos de la cementera junto con su hermano Alfredo Álvarez Cuevas y otros cooperativistas.
“Si un técnico no sale campeón en un año, lo sacan, pero si llevas desde el 97, casi 20 años sin título y sigues, estaría bueno darle espacio a otro (directivo), a ver si consigue la solución para ver si se llega a ese título, porque Cruz Azul no es un equipo que entra a los torneos para disputarlos; es un equipo muy grande y no puede permitirse tantos años sin título”, criticó de manera reciente el uruguayo Sebastián Abreu, delantero que militó en Cruz Azul entre 2002 y 2003.
Le faltan los ídolos
Jugadores han ido y venido en el mismo lapso de torneos que comprenden del Apertura 2014 a la actualidad en La Máquina cementera.
Solamente seis futbolistas se han mantenido: los porteros José de Jesús Corona y Guillermo Allison; el defensor Julio César “Cata” Domínguez, los mediocampistas Joao Rojas y Rafael Baca, además del estandarte: Christian “Chaco” Giménez.
Los demás jugadores han pasado sin pena ni gloria por un conjunto al cual le hacen falta ídolos.
En casi dos décadas sin títulos, pocos han logrado tomar dicha etiqueta; si acaso Corona y el “Chaco” los han encumbrado como actuales referentes, han sido por constancia y buenas actuaciones en medio de la mediocridad de los últimos torneos protagonizados.
“Perdimos un campeonato en ocho minutos y ayer (sábado, ante América) un partido en 45, no nos damos cuenta que no acercamos al descenso.
“Cruz Azul poco a poco ha ido perdiendo identidad, ¡qué lejos quedó aquel equipo ganador! Lo triste es que lo pagamos todo los aficionados”, escribió Carlos Hermosillo a través de Twitter, el último héroe cementero que consagró el campeonato de 1997, al marcar un gol de oro frente a León.