Monterrey no ha tocado fondo este torneo, irónicamente todavía están a solo un lugar de la última posición en la tabla general. La debacle no tiene cómo detenerse y la constante bien podría ser la gestión de Luis Miguel Salvador.
Como presidente del club, Salvador no ha podido hacer honor de su apellido en un momento tan apremiante como el presente.
Desde hace varias temporadas atrás ha dejado mucho qué desear sus contrataciones y movimientos en la plantilla, lo que por consecuente le ha dado una baja gradual en la efectividad del primer equipo.
No es novedad, Rayados vive la peor crisis deportiva en la última década a juzgarse en primer lugar por los puntos conseguidos, después, por la falta de actitud y un sistema de juego convincente que les permita aspirar a la mejora.
Las cosas no han salido bien, ni ahora con Carlos Barra y José Treviño como entrenadores interinos, ni en el pasado con José Guadalupe Cruz, ni tampoco desde antes de que se fuera “El Rey Midas” Víctor Manuel Vucetich, a quien cesaron el 25 de agosto de 2013 porque acumulaba tres torneos consecutivos de malos resultados, pero la constante parece que es otra persona.
Parece que tener una plantilla de jugadores que ronda los 50 millones de dólares no le está funcionando en nada a la administración de Luis Miguel Salvador, porque sus movimientos en la dirección técnica y la contratación de jugadores no han servido de nada en su intento de rescatar el barco que se hunde.
Por citar algunos, los casos de Marlon de Jesús, Wilson Morelo y Lucas Silva, a quienes les ha quedado grande la playera del Monterrey dada la escasa aportación goleadora. Al menos, en Liga MX.
Actualmente, La Pandilla es la cuarta peor ofensiva de la campaña al sumar solamente siete goles a favor en 10 partidos transcurridos. Es decir, 0.7 goles por partido en promedio, algo que evidentemente afecta en la obtención de triunfos.
Esta cosecha de anotaciones hasta el momento parece muy lejos de alcanzar la media establecida por el equipo en la última década (desde el Clausura 2004), que es de 25.9 goles en una temporada regular, una suma bastante decorosa para la institución.
Cabe destacar la baja de Humberto Suazo, es una de las más considerables a la hora del funcionamiento del equipo. El chileno dejó al equipo al principio de la campaña por una lesión en el hombro izquierdo, algo que sin duda ha repercutido en el accionar de la escuadra regiomontana.
Lo cierto es que la crisis que vive el plantel tiene desesperados a los jugadores, incluso se habla de un vestidor roto entre los mismos. Vale la pena citar el caso de Neri Cardozo en el último juego contra Pachuca, quien de forma exagerada se hace expulsar al barrerse sobre Walter Ayoví de forma agresiva y sin respeto por sus compañeros.
Esto puede ser sinónimo de falta de compromiso con los compañeros, pues cuando se intenta hacer algo en la cancha y no se consiguen los objetivos se vuelven presa fácil de la desesperación y las ganas de abandonar el juego.
Todas estas variantes que afectan los resultados de la institución son de peligro. Por años, este equipo se olvidó de los porcentajes que tiene que ver con el descenso, sin embargo desde el Apertura 2011 cuando ocuparon el primer puesto de la tabla de cocientes, las cosas ya no volvieron a ser las mismas.
La tendencia es muy marcada, Rayados va tan a la baja hasta en la tabla porcentual que para el próximo año futbolístico comprendido del Apertura 2014 al Clausura 2015, los regios arrancarán en la décima posición con 75 puntos y 1.2295 de cociente junto con equipos como Tuzos del Pachuca y Gallos Blancos del Querétaro.
Aunque todavía se puede hacer algo para cambiar esta situación, el peso de la institución es lo que más le preocupa a los aficionados rayados.
Su apoyo en la tribuna es insuficiente, las protestas presionantes contra Luis Miguel no han surtido efecto y por si fuera poco, lo que hace Salvador como líder de la institución sigue siendo insuficiente.
¿Hasta dónde llegará el Monterrey esta temporada? ¿Podrá Carlos Barra ser director técnico y ‘caza entrenadores’ sin que el plantel se vea afectado? Esto solo podremos verlo al finalizar el torneo.
Falta de compromiso
Una prueba de la desesperación mal encausada de los jugadores del Monterrey fue lo que hizo Neri Cardozo el partido anterior con Pachuca. El mediocampista se barrió groseramente sobre Walter Ayoví, haciéndose expulsar con tarjeta roja directa, dejando a sus compañeros solos en un momento tan apremiante.