Del amor al odio
Era el candidato del pueblo, lo que la mayoría de los albiazules soñaban, e inclusive su reciente campeonato con América lo catapultaba como el mejor. ¿Antonio Mohamed “vendió humo”?, la debacle que vive el equipo Monterrey solo nos dice que la mejora solo la alcanzarán en el mediano o largo plazo.
Desde su arribo o incluso antes del mismo, La Pandilla suspiró por tener en sus filas a uno de los mejores entrenadores de los últimos torneos. Campeonatos con Xolos de Tijuana y las Águilas del América daban cuenta de su capacidad en el banquillo.
Rocío Cepeda
Era el candidato del pueblo, lo que la mayoría de los albiazules soñaban, e inclusive su reciente campeonato con América lo catapultaba como el mejor. ¿Antonio Mohamed “vendió humo”?, la debacle que vive el equipo Monterrey solo nos dice que la mejora solo la alcanzarán en el mediano o largo plazo.
Desde su arribo o incluso antes del mismo, La Pandilla suspiró por tener en sus filas a uno de los mejores entrenadores de los últimos torneos. Campeonatos con Xolos de Tijuana y las Águilas del América daban cuenta de su capacidad en el banquillo.
Pero las cosas no han salido nada bien que por eso, a tan solo dos meses de haber debutado como director técnico de los regiomontanos (21 de febrero contra Querétaro en el Tecnológico), la crisis en el equipo se agudiza y se habla de una clara reestructuración.
Porque en el poco tiempo que tiene en las riendas del Monterrey, ya ha tenido que cargar con dos grandes derrotas deportivas que eran de suma importancia para la institución y su afición: el pase a la Final de la Copa MX contra La Franja del Puebla, y recientemente el Clásico Regio 104 contra Tigres en el Volcán Universitario.
¿Cuánto tardará Antonio Mohamed para demostrar a la directiva que es el entrenador ideal para los objetivos del equipo? El tiempo no parece ser su mejor aliado.
En espera de su gente
Todavía faltan tres jornadas para que finalice la temporada regular del Clausura 2015 y en Monterrey ya se rumora una próxima sacudida en el plantel de jugadores.
No es para menos, pues si la directiva rayada que comanda Luis Miguel Salvador tiene la fe puesta en Antonio Mohamed como entrenador a largo plazo, entonces las piezas del tablero deben jugar solo a su favor.
Es decir que dada la reciente llegada del “Turco” a Rayados, es posible que desde ahora ya se esté cocinando una nueva alineación de cara al Apertura 2015, que podría incluir salidas y unas cuantas llegadas de jugadores de la entera confianza para Mohamed.
Stefan Medina, Alexander Mejía y Yimmi Chará son algunos de los nombres que suenan para dejar el equipo. Para llegar, se dice que Pablo Barrientos, jugador de San Lorenzo de Almagro; Ramiro Funes Mori, de River Plate; y Gonzalo Díaz, que actualmente está a préstamo con el América, son del interés del entrenador.
El fracaso en la Copa
Es cierto, Antonio Mohamed no armó a este equipo, pero si de algo estuvo obligado a ganar con Monterrey desde su llegada fue el pase a la Final de la Copa MX, el cual le tocó disputar contra un equipo de menor nómina como lo es La Franja del Puebla.
Parecía fácil, los millones de dólares invertidos sirven para ganar títulos y la Copa era precisamente el primer paso del entrenador hacia una buena primera impresión con las riedas de su soñado Monterrey.
La noche del 7 de abril en el estadio Universitario BUAP, los Camoteros dieron cátedra de un futbol con intención, inteligencia y ambición. Los más fuertes refuerzos rayados fueron puestos en ridículo frente un Cuauhtémoc Blanco que pese a sus 42 años supo ser mejor jugador.
Aunque la herencia en Liga MX no fue tan expectante y por ello el “Turco” vislumbraba un duro trabajo para calificar a la Liguilla, en lo que respecta al torneo clasificatorio a la Super Copa MX y por ende a la Libertadores, tenía la mesa servida para que Rayados ganara ese título.
Pero en su primera prueba de fuego, Antonio Mohamed falló. “Nos dieron una lección de actitud y humildad, nos superaron en todos los aspectos”, dijo “Tony” en esa criticable eliminación, que desde luego nadie esperaba de Rayados contra un Puebla que todavía sigue luchando por escapar del descenso.
Otra vez los clásicos
Antonio Mohamed puede ser muy bueno para algunas cosas dentro del futbol, pero lo que quedó demostrado con la derrota frente a Tigres el pasado sábado en el Universitario de San Nicolás, es que los partidos de clásico simplemente no son lo suyo todavía.
El ahora entrenador de los Rayados llegó para el Clausura 2014 con América y en su primera etapa disputó tres juegos de clásicos: ante Pumas, Chivas y Cruz Azul en los cuales perdió dos y ganó uno, el Nacional.
Después, en el torneo Apertura 2014, en dos Clásicos de temporada regular que le tocó dirigir también con las Águilas, perdió otra vez con Pumas y Cruz Azul, mientras que frente aChivas empató sin goles.
Ya en la Liguilla de esa campaña le tocó enfrentar a Pumas en Cuartos de Final, ante los cuales América zucumbió en la ida y apenas pudo ganar en la vuelta para avanzar por mejor posición en la tabla.
No reaccionan los jugadores
Lecciones de voluntad por obtener el resultado se siguen acumulando en este plantel rayado que dirige Antonio Mohamed. Primero les sucedió en la Semifinal de Copa MX y ahora les volvió a pasar en el Clásico Regio 104.
De forma inesperada, el derbi contra Tigres fue una clara muestra del trabajo grupal y anímico que le hace falta a los pupilos del “Turco”.
La voluntad de Edwin Cardona, de Dorlán Pabón o el resto de los grandes jugadores que pudieron haber marcado diferencia en un partido tan importante como el clásico, se esfumó en un dos por tres para solo dejar un equipo sin intenciones sobre el campo.
Aunque durante años Mohamed se ha caracterizado por ser un entrenador “paternalista” con sus jugadores, a los que procura dentro y fuera de la cancha, el poco tiempo que lleva en Rayados no ha sido suficiente para que su presencia sea clave en el estímulo del mismo.
Y como si eso no fuese suficiente, además de haber tenido que dirigir desde la tribuna a La Pandilla frente a los felinos de Ricardo Ferretti, al argentino todavía le resta un partido de castigo antes de volver a estar de cerca en la cancha.
Falta tiempo y acoplamiento entre ambas partes, entrenador y jugador, para ver al Monterrey que su afición desea. Pues aunque Mohamed era el más deseado, todavía no parece el momento en que todo fluya con naturalidad.