El costo del ‘mole’
No pasa un partido de la Selección Mexicana sin que destaquen las críticas por el espectáculo ofrecido. No es el objetivo, pero siempre hay algo que sale mal.
Los convocados, el desempeño, el resultado y hasta la sede son aspectos que se toman en cuenta en el análisis posterior a un partido, lo cierto es que en esta ocasión es más lo malo que lo positivo tras haber enfrentado a los Estados Unidos.
Rocío CepedaNo pasa un partido de la Selección Mexicana sin que destaquen las críticas por el espectáculo ofrecido. No es el objetivo, pero siempre hay algo que sale mal.
Los convocados, el desempeño, el resultado y hasta la sede son aspectos que se toman en cuenta en el análisis posterior a un partido, lo cierto es que en esta ocasión es más lo malo que lo positivo tras haber enfrentado a los Estados Unidos.
Si bien un resultado de 2-0 en un juego amistoso debería no ser tan escandaloso para el Tricolor si se luchó lo suficiente, lo cierto es que tan mal estuvo la organización como lo productivo del mismo que por eso han llegado hasta las burlas.
‘Piojo’ Herrera no se impone
Cuando las federaciones de ambos representativos agendaron el partido amistoso en San Antonio, Texas, ni Miguel Herrera ni la Selección Mexicana tenía en sus manos el calendario de la Liga MX. Por ello, esta ocasión se vio en la necesidad de cuidar a los jugadores convocados.
Lo cuestionable de este partido es precisamente la forma en cómo el “Piojo” protegió los intereses de los clubes mexicanos por encima de lo que como entrenador debe exigir a cada convocado al Tricolor.
“Hay que ver gente, hablamos con los entrenadores, les dimos nuestra palabra y dijimos que íbamos a cuidar a sus jugadores; pero sacamos buenas conclusiones”, fueron las palabras de Herrera tras la desastrosa derrota de 2-0.
Si no se pudo llamar a los “europeos” por no ser fecha FIFA, y los pocos elementos locales que sí acudieron al llamado, jugaron condicionados, ¿entonces para qué agendaron este partido? Eso ellos lo saben.
Jugadores no demostraron nada
¿Y de qué servía un partido ante un rival tan importante como siempre lo será Estados Unidos? La respuesta debió ser clara: que los aspirantes al Tricolor se mostraran lo más que pudieran para poder ser contemplados en el lista final.
Pero de esto, no hubo mucho, dado que apenas tuvieron tres días juntos para entrenar y saber las ideas del técnico. Al final, ni siquiera hubo la oportunidad de alcanzar un objetivo porque el mismo entrenador no lo tenía muy claro.
Pero Femexfut sí ganó sus millones
Vender 64 mil 369 boletos en dos semanas, dos meses antes de la fecha del partido sin duda fue un récord para el Alamo Dome como sede y también lo fue para la Federación Mexicana de Futbol.
La cifra sobrepasó el récord establecido para un juego del Tricolor en San Antonio, que era de 54 mil 313 aficionados en el partido de México contra Corea del Sur en enero de 2014.
Tan solo los ingresos de taquilla dejaron una ganancia por encima de los 10 millones de dólares, reportó EFE, esto pese a que el partido solo fue amistoso y a que México y en cierta parte también Estados Unidos no convocaron a sus “estrellas” de siempre.
La mayoría de los asistentes al juego, que terminó por decepcionar a los presentes que apoyaron a México, pagaron más de 100 dólares (mil 550 pesos) por su entrada.
La reputación está en juego
El resultado fue lo de menos. La exhibición que Estados Unidos le recetó a México fue un motivo más para que tanto la US Soccer, el jugador Landon Donovan o aficionados en general hicieran pública su burla por el Tricolor.
Desde el momento en que terminó el juego en San Antonio, las redes sociales se vieron invadidas con memes que reflejaron la vergüenza que dio México en su amistoso contra el archirrival estadounidense.
Sin duda es una preocupación que, por falta de seriedad o compromiso con este tipo de partidos con rivales de categoría, la Selección Nacional esté perdiendo en la poca reputación que le queda.
Antes, el Tricolor era llamado el “gigante de la Concacaf”, pero ahora no solo le han quitado ese mote sino que también se está prestando a que su prestigio se esté pisoteando por unos cuantos dólares que se gana en la taquilla.