El error de no ‘matar’
Lo vistoso y peligroso que puede verse Tigres en cada juego le vale para pronosticarle un triunfo jornada tras jornada. La poca ambición o sus ataduras no terminan de gustarle a su gente y mucho menos les sirve para cumplir los objetivos.
Apenas la noche del sábado en el estadio Universitario los felinos de Ricardo Ferretti disfrutaban de una merecida ventaja de 2-0 con goles de Andre Pierre Gignac y Egidio Arévalo.
Rocío CepedaLo vistoso y peligroso que puede verse Tigres en cada juego le vale para pronosticarle un triunfo jornada tras jornada. La poca ambición o sus ataduras no terminan de gustarle a su gente y mucho menos les sirve para cumplir los objetivos.
Apenas la noche del sábado en el estadio Universitario los felinos de Ricardo Ferretti disfrutaban de una merecida ventaja de 2-0 con goles de Andre Pierre Gignac y Egidio Arévalo.
De pronto la mala suerte revuelta con un planteamiento meramente ofensivo fue la pero combinación para Tigres, quienes fueron alcanzados en el marcador teniendo que dejar ir sus tres puntos para quedarse solo con uno.
Esta situación no es nueva, de hecho es uno de los males que mayormente aqueja al equipo de Ricardo “Tuca” Ferretti y que crudamente no le permite ser la plantilla más protagónica de la Liga MX.
El potencial con que goza Tigres es admirable, sin embargo en partidos como el del sábado, o el que tuvieron en la jornada 3 contra Chivas donde también iban 2-0 pero los alcanzaron sobre el final del encuentro, todos los halagos se desmoronan.
Por esta y otras acciones comunes, al cuadro universitario se le ha tachado de ultra defensivo, de tener planteamientos “ratoneros” por ser cuida puntos. Aunque a veces les resulta, no siempre tienen la fortuna de que sus ventajas se traduzcan en victorias.
“Creo que la verdad, después del 2-0, dejamos de hacer cosas importantes dentro del juego en el cual propiciamos que el contrario tuviera mayor posesión que nosotros”, dijo Ferretti tras el partido.
El subliderato de goleo de André Pierre Gignac y algunas goleadas que ha registrado Tigres esta temporada dan cuenta del potencial que prevalece en la ofensiva de este equipo del “Tuca”.
Parece que todo es cuestión de tomar confianza y no dejar ir vivo al rival, pues de lo contrario el enemigo se puede despertar en cualquier momento para hacer que se dividan los honores en los últimos minutos del partido.
El 2-0 momentáneo del sábado contra Santos no solo llegó a significar un triunfo sino también la clasificación a la Liguilla, misma que tendrá que esperar una o dos jornadas más por las dos malas noches que tuvo recientemente Tigres.