El ‘lavolpismo’ que hundió al Atlante
No gradúa, pero es escuela. No es solo una forma de juego sino más bien es un sistema definido. Es el “Lavolpismo”, un estilo de jugar al futbol dirigido por pupilos de Ricardo Antonio La Volpe con arraigo en el balompié mexicano pero con cuentas pendientes en el Atlante.
Rocío CepedaNo gradúa, pero es escuela. No es solo una forma de juego sino más bien es un sistema definido. Es el “Lavolpismo”, un estilo de jugar al futbol dirigido por pupilos de Ricardo Antonio La Volpe con arraigo en el balompié mexicano pero con cuentas pendientes en el Atlante.
La filosofía del 5-3-2, con el buen trato de balón y acompañado de su propuesta ofensiva, tuvo sus inicios en los Potros de Hierro en los 90. El bigotón argentino era el técnico de la franquicia azulgrana con la que salió campeón en 92-93, heredando a la mayoría de esos jugadores esa doctrina que ahora implementan desde el banquillo.
Con el paso de los años, el Atlante no ha disfrutado tanto las mieles del sistema de La Volpe. Es cierto, les ha dado dos títulos, pero esto parece insuficiente en un periodo de más de 20 años de que rigió el “Lavolpismo” porque el descenso ha sido el pan de cada día en las últimas temporadas.
Desde 2002, cuando Miguel Herrera debutó como entrenador, hasta antes del presente Clausura 2014, Atlante llevaba una larga lista de técnicos de la corriente que, practicando esta misma idea, sufrieron por un buen porcentaje de efectividad.
José Guadalupe Cruz llegó en 2004, salió al año siguiente por un interinato de Sergio Bueno y luego tocó el turno de un ícono azulgrana como René Isidoro García.
Los Potros volvieron con “El Profe” en 2007 para darle a los Potros la mejor alegría de los últimos tiempos. Los azulgrana tuvieron tres derrotas en toda la campaña y para su suerte derrotaron a Pumas en el Andrés Quintana Roo, alzándose con el título del Apertura 2007.
Aunque parecía que tendrían un camino hacia el éxito, todo fue diferente. Volvió Isidoro, Herrera, estuvo Mario García y fue el propio La Volpe quien decidió regresar en 2012, ya en el marco de una postura complicada en la tabla porcentual.
En su primera temporada logró 20 puntos y en la segunda un triunfo en cuatro jornadas, renunciando después por complicaciones de salud.
La debacle se agudizó con la llegada de Daniel “Travieso” Guzmán, otro de sus pupilos, quien solo consiguió diez puntos en 17 partidos y una vergonzosa efectividad de 25.6 por ciento.
Le dieron las gracias a Guzmán y la confianza de la directiva prosiguió en otro “Lavolpista” de cepa como Wilson Graniolatti, quien en el Apertura 2013 duró nueve jornadas sin conocer un solo triunfo, aportando un paso más al abismo.
Este torneo Clausura 2014, los entrenadores que buscaron salir del hoyo sin mucho éxito fueron Ruben Israel y actualmente Pablo Marini. Ellos no son parte de la corriente de La Volpe, pero muy poco han podido hacer con un barco ya casi hundido en el descenso.
Después del campeonato, Atlante solo ha tenido dos Liguillas. Más allá de aspirar a un título, sus aficionados solo quieren que exista alguien que los salve y los deje vivir. ¿Lo lograrán?