El despertar de los hooligans es una realidad. Los videos de combates entre grupos de hombres rusos, como medida de entrenamiento previo a la Eurocopa Francia 2016, son más que una noticia del momento.
Las riñas campales que ahora representan un dolor de cabeza para las fuerzas de seguridad en el país galo, suben el nivel de peligrosidad del próximo Mundial de Futbol considerando que el hervidero de estas masas está precisamente en Rusia.
Los hinchas rusos son el fenómeno detonante en este resucitar de los hooligans, esos que alguna vez se creyeron extintos pero que ahora convierten la fiesta de futbol en un momento crítico para el deporte y la política internacional.
Porque la orden está dada. Todos los rusos que protagonicen un altercado del estilo serán deportados sin pregunta alguna. Sin embargo la medida ya fue rechazada desde la sede de Asuntos Exteriores en Rusia, pues el ministro Serguéi Lavrov tachó de inaceptables las medidas de la policía francesa.
Apenas el martes los efectivos detuvieron un autobús en el que viajaban más de 40 aficionados rusos y sin avisar a las autoridades consulares de ese país, se hicieron cargo de aplicar las medidas cautelares.
“Es un hecho que los franceses faltaron a la Convención de Viena (sobre las relaciones diplomáticas). Hubo un incidente absolutamente inaceptable cuando se detuvo un autobús con más de 40 aficionados rusos. Las autoridades francesas debieron informar de esto en el momento de la detención a nuestra embajada o al consulado en Marsella. No lo hicieron”, denunció Lavrov.
Lo que los políticos rusos no aceptan es que precisamente son los hooligans de su país los que ya se evidenciaron como grupos de peligro que atienden un perfil definido para actuar exitosamente, y eso podría subir de tono para Rusia 2018.
Más allá de prepararse para los combates contra otros grupos radicales, estos especialistas rusos de la ultraviolencia no beben ni se drogan para sus eventos. No usan camisetas de futbol a fin de no ser identificados en el choque con la policía, andan en grupos de 10 a 15 personas y luego de un breve combate siempre salen huyendo antes de cualquier reacción.
Entonces, si la preparación concienzuda de estos hooligans rusos ha puesto en sobre aviso a otros grupos de apoyo de alta peligrosidad en Europa, Asia, América y hasta África, ¿qué le puede esperar al aficionado común que asista al Mundial de Futbol de Rusia dentro de dos años?
“Está claro que en ningún caso es motivo para la pelea. Pero ignorar a esos provocadores, que tratan de crear una situación de crisis, también es inaceptable”, respondió el ministro ruso Lavrov, calentando más la tensa situación.
Justo ahora Rusia se mantiene en el juicio público y el arbitraje deportivo dados los conflictos por dopaje que decenas de atletas presentan rumbo a los Juegos Olímpicos de Río 2016; uno de ellos, el caso de la tenista Maria Sharapova.
Entonces, con el entredicho de su reputación y la reaparición de los hooligans, la imagen del país que preside Vladimir Putin no es precisamente la que le conviene heredar al fin de su mandato, precisamente en 2018.
Y es que si en suelo francés estos grupos radicales actuaron sin estorbo de las fuerzas del orden, aun y cuando Francia como otros países de Europa están en constante medida de seguridad por el terrorismo, qué se podría espera para cuando el Mundial se juegue en su propia casa.
Del primer suceso violento entre rusos e ingleses en Marsella, la policía francesa aseguró que no pudo detener a ningún hooligan porque saben perfectamente cómo escabullirse y seguir acechando a sus enemigos.
Hay rumores de una ‘revancha’
Por azar del sorteo en la presente Eurocopa Francia 2016, hoy se podría vivir un nuevo episodio crítico entre estas hordas del futbol. Hoy Inglaterra juega a las 8:00 horas (tiempo de México) contra Gales en Lens, a solo 40 kilómetros de donde ayer jugó Rusia contra Eslovaquia en Lille y en donde también hubo disturbios.
Según versiones de la prensa, los hooligans rusos e ingleses ya se habrían citado en algún lugar específico de la autopista entre ambas localidades para disputarse la “revancha” de lo que fue el enfrentamiento de Marsella.
Entonces, ¿puede el Mundial de Rusia 2018 verse rebasado por la fuerza que están tomando los hooligans en la presente Eurocopa?, es posible considerando la sed de violencia que está brotando entre los ultras de esa región geográfica.