Eliud Kipchoge, el hombre que desafía la resistencia humana

El récord impuesto por Eliud Kipchoge puso en jaque a la ciencia y en especial al investigador Mark Denny, de la Universidad de Stanford, ya que para lograr la marca de 2 horas 01 minutos y 57 segundos, el keniano tuvo que correr con paso de 20.8 kilómetros por hora
Manuel Cuéllar Manuel Cuéllar Publicado el
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Con apenas 1.67 cm de estatura y un peso de 57 kilos, Eliud Kipchoge ha escrito su nombre en oro tras imponer un nuevo récord mundial en el maratón de Berlín con un tiempo de 2 horas 01 minutos y 57 segundos, pero ¿quién es el keniano que ha desafiado a la ciencia con su nueva marca?

Kipchoge nació en Kapsisiywa (Kenia) el 5 de noviembre de 1984 y sus orígenes son los propios de un niño africano sin recursos, que encontró el amor por correr debido a la necesidad para ir a la escuela, actividad que combinaba con vender leche con su familia para sobrevivir.

Ese amor por el deporte lo llevaron a ganar una medalla olímpica y un Mundial de Atletismo, además de llevarse la victoria en los maratones de Londres, Chicago, Berlín y Rotterdam, lo que lo catapultó a firmar un contrato millonario con Nike.

A pesar de que una buena posición económica ya es parte de su vida, la humildad sigue siendo parte de su día a día, y prueba de eso es que sigue viviendo en un alojamiento de atletas en África donde, entre todos los residentes, preparan la comida, cuidan el jardín e incluso limpian los baños.

Autodisciplina, la clave

Estando en ese alojamiento para atletas de alto rendimiento, donde la soledad es cotidiana y casi un detonante para abandonar sus sueños, Kipchoge asegura que dos cosas le han ayudado para sobresalir de los demás: la primera es la autodisciplina y la segunda la filosofía griega, ya que los libros de Aristóteles han funcionado como un método de autoayuda para no caer en depresión o desesperación durante los entrenamientos.

“El entrenamiento es importante, pero la pasión que pones en ello lo es todavía más. La fuerza mental es la clave. Si eres indisciplinado, eres esclavo de tus estados de ánimo y tus pasiones. Sólo los disciplinados son realmente libres”, dijo en alguna ocasión el keniano.

Familiarizado con la tecnología

Para lograr romper el récord mundial en un maratón, Eliud explicó que además del dedicado entrenamiento que tuvo para la competencia de Berlín, el uso de tenis especiales para él lo ayudaron a vencer la marca registrada, ya que con la ayuda de Nike elaboró un calzado especializado para la superficie que iba a enfrentar en la capital de Alemania.

Tal y como lo hizo Ronaldo con sus zapatillas R9 en la década pasada, Kipchoge colaboró en el diseño y uso de tecnología sus tenis, pues conforme iba entrenando le daba observaciones a la empresa para mejorar su calzado

“En realidad, la zapatilla es para cualquier corredor, no solo para mí. Yo la probé y Nike aceptó mis comentarios. Contribuí a hacer una zapatilla que es más rápida que cualquier otra, pero sigue siendo tarea del atleta”, explicó.

Desafía a la ciencia

El récord impuesto por Eliud Kipchoge puso en jaque a la ciencia y en especial al investigador Mark Denny, de la Universidad de Stanford, ya que para lograr la marca de 2 horas 01 minutos y 57 segundos, el keniano tuvo que correr con paso de 20.8 kilómetros por hora, lo que para el especialista en ciencia deportiva era imposible.

De acuerdo con Mark Denny, el cuerpo humano podía alcanzar una velocidad media máxima en una maratón de 20.9 kilómetros por hora por lo que, de cumplirse sus predicciones, no sería posible para el ser humano bajar de las dos horas, factor que Kipchoge puso en duda con su rendimiento.

Con la mente fija en algún momento establecer un registro menor a las dos horas, el keniano continúa con su preparación y mientras disfruta una marca mundial que tardará un buen tiempo en ser vencida, a menos que lo haga él mismo.

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