Empieza la cacería
No importa el cómo ni el cuándo. Si México clasificó al Mundial de Brasil 2014, es momento de disfrutar la fiesta del futbol y conocer el verdadero alcance de los jugadores y su entrenador Miguel Herrera.
Las críticas que sobrepasaron los halagos, crearon una nube enigmática respecto al futuro del Tricolor en esta Copa del Mundo; que para muchos, tiene que ser de Brasil, pero el resto de los protagonistas soñarán con romper los pronósticos.
Rocío CepedaNo importa el cómo ni el cuándo. Si México clasificó al Mundial de Brasil 2014, es momento de disfrutar la fiesta del futbol y conocer el verdadero alcance de los jugadores y su entrenador Miguel Herrera.
Las críticas que sobrepasaron los halagos, crearon una nube enigmática respecto al futuro del Tricolor en esta Copa del Mundo; que para muchos, tiene que ser de Brasil, pero el resto de los protagonistas soñarán con romper los pronósticos.
“Creo que sí, tenemos equipo para ser campeones del mundo, tenemos que convencernos de ello”, declaró ayer el ‘Piojo’ en conferencia de prensa, mientras sentía “mariposas en el estómago” por la llegada de su debut ante Camerún.
Aunque la Selección Nacional no llegó con honores a la justa mundialista, la fe del equipo no se deja vencer por la estadística fatal que los coloca solo hasta los octavos de final, en donde expertos aseguran que serán eliminados por España, Chile u Holanda.
Pero el sueño no se los quitará nadie. Herrera y sus pupilos han trabajado durante años para llegar a donde están, ya sea haciendo goles, atajándolos o aunque suene simple, aceptando el reto de sentirse listo para el compromiso; como no le pasó nunca a Carlos Vela.
Una vez lista la convocatoria, el seleccionador tuvo un serio problema para elegir su alineación titular.
Decidirse entre Jesús Corona y Guillermo Ochoa fue el pan diario en su camino a Brasil, pero a pocas horas del inicio determinó su once inicial.
Ese es con: “Memo” Ochoa, Paul Aguilar, Francisco “Maza” Rodríguez, Héctor Moreno, “Rafa” Márquez y Miguel Layún. Los mediocampistas Juan José Vázquez, Andrés Guardado y Héctor Herrera, con los delanteros Giovani dos Santos y Oribe Peralta.
Camerún es el rival contra el que debutarán, un adversario que por primera vez les tocará enfrentar en la historia del Mundial y que estuvo cerca de no presentarse a la competencia por falta de acuerdos económicos internos.
El entrenador Volker Finke ha estudiado pacientemente los movimientos del combinado mexicano en sus pasados juegos amistosos, pero aunque sabe que no son un equipo sencillo no ve imposible la meta de vencerlos.
Más que solo un partido de debut, este juego contra los africanos es para México un duelo donde el espíritu vencedor tiene un papel fundamental en los jugadores nacionales.
Una vez iniciada la competencia, no habrá otro camino que afrontar el reto que Miguel Herrera les ha inculcado en este corto tiempo. Con las bases futbolísticas aprendidas contra Nueva Zelanda, con el coraje y la garra que usaron para afrontar las críticas de su mediocre eliminatoria, y sobre todo con la esperanza que millones de mexicanos ponen en sus zapatos por ver un Mundial con honor.
Primero será Camerún, después Croacia y por último el poderoso Brasil. No será nada sencillo, pero este Mundial 2014 es la esperanza de tomar revancha de muchos fracasos individuales y colectivos de esta selección que, entre todos los participantes, es una de las que más afición convocó para apoyarlos.
Por lo menos, serán 33 mil 694 aficionados vestidos del verde, blanco y rojo que les arranca emociones y lágrimas. Así es que México debe entregarse en la cancha por ellos y por el compromiso que esto implica.
La historia de la Selección Nacional en esta Copa del Mundo es conocida, hasta por los argentinos se burlan de tan mal paso. Llegar al famoso quinto partido es la meta, pero sería bueno que todos los jugadores luchen por el sueño de su entrenador.