Enemigos íntimos
Ni dentro ni fuera de la pista pueden verse como compañeros, se tratan como lo que son, competidores, sin tomar en cuenta que su alianza en lugar de su desprecio puede beneficiar más al equipo y por ende su permanencia en él.
Lewis Hamilton y Nico Rosberg disputan cada fin de semana la corona del protagonismo dentro Mercedes y de la Fórmula Uno. La euforia de cada rebase, la pasión y emotividad por cruzar en primer lugar cada meta, son solo algunos sentimientos que este par se han encargado de desbordar en una de las escuderías más imponentes del Gran Circo.
Rocío Cepeda
Ni dentro ni fuera de la pista pueden verse como compañeros, se tratan como lo que son, competidores, sin tomar en cuenta que su alianza en lugar de su desprecio puede beneficiar más al equipo y por ende su permanencia en él.
Lewis Hamilton y Nico Rosberg disputan cada fin de semana la corona del protagonismo dentro Mercedes y de la Fórmula Uno. La euforia de cada rebase, la pasión y emotividad por cruzar en primer lugar cada meta, son solo algunos sentimientos que este par se han encargado de desbordar en una de las escuderías más imponentes del Gran Circo.
Cuando todo le ha salido mal a Red Bull, en Mercedes evolucionaron su aerodinámica y revolucionaron su andar en el campeonato, ganando puntos, podios y carreras completas gracias al aporte de sus dos pilotos estrella.
Pero de la forma en que cada uno se siente figura, de esta manera han dado el paso a la guerra, tanto que expertos aseguran que si el equipo no logra controlarlo, todo podría venirse abajo.
El detonante
El incidente en la calificación de Mónaco despertó el morbo. Y es que Nico Rosberg, quien logró la ‘pole position’ con un mejor tiempo de 1:15.989, terminó su última vuelta saliéndose por una de las escapatorias del circuito, la de la curva 5, ‘Mirabeau’, cuando intentaba mejorar su registro.
La bandera amarilla ondeó por el incidente de Rosberg, pero impidió al resto de pilotos mejorar su último tiempo, entre ellos su compañero Hamilton. El piloto alemán negó que ese incidente fuera una maniobra para perjudicar al británico, sin embargo ya alentó la ira ahora que se ha colocado como líder de la competencia con 122 puntos, aventajando a su coequipero por cuatro unidades.
En el box de Mercedes surgen teorías que conspiran a gran velocidad revelando una clara fractura. Los rivales toman dato de ello y lo ven con entusiasmo, casi tan igual como sucedió en los ochentas con Ayrton Senna y Alain Prost dentro de la escudería McLaren. Y Hamilton lo ve de la misma manera.
“Sí, es un poco como Senna y Prost. Me gusta la forma en que Senna lidió con Prost; voy a aprovechar esa página del libro de Senna”, dijo el británico.
Rosberg sumó en Mónaco, donde ya había ganado en 2013, la quinta victoria de su carrera, segunda de la temporada tras la lograda en el Gran Premio de Australia, pero lo que viene en camino es una competencia mediática en la que la prensa alrededor del mundo tomará cuenta de cada detalle, movimiento o declaración para relacionarla con esta nueva rivalidad.
Lauda en medio
La competitividad en esta batalla de egos sube cada kilómetro por hora, creando una atmósfera tensa que ha necesitado la intervención de un mediador, que en este caso será Niki Lauda.
“El duelo puede durar hasta el final, pero va a ser difícil, porque es en la naturaleza de la competencia”, dijo el cuatro veces campeón de F1.
Lewis Hamilton y Nico Rosberg han sido advertidos por Toto Wolff, director ejecutivo de Mercedes, quien hasta cierto punto ve normal este feroz despertar en la conducta de ambos compañeros. Pero, si todo se sale de su curso, entonces actuarán.
“En el momento en que creamos que no está el espíritu de Mercedes-Benz, actuaremos en consecuencia”, dijo el directivo.
Vettel-Webber, recientemente
La exitosa temporada 2013 en Red Bull inició con tropiezos mediáticos, gracias a la pésima relación que sostenían como compañeros Sebastian Vettel y Mark Webber. Un incidente en la carrera de Malasia fue el detonante para que ambos pilotos rompieran con la cordialidad que supone un equipo de trabajo. Cuando Webber iba de líder, Vettel no se conformó con la decisión del equipo y desafió las órdenes al rebasarlo para ganar la carrera. Este arrebato puso en peligro sus vidas, además de que dividió por completo la relación entre ambos. Se dice que éste altercado fue uno de los motivos por los que Webber no siguió más junto a Vettel.
Alonso y Hamilton, también
En 2007, Fernando Alonso y Lewis Hamilton hicieron todo para ganar, incluso disputarse los reflectores en McLaren. Trabajaron para el equipo, pero primero para sí mismos. Aunque Alonso confesó que aprendió mucho de ser compañero de un piloto puntero como Hamilton, las quejas entre ambos fueron constantes. Como el GP de Montecarlo, donde estalló la guerra cuando, con carrera ganada por el asturiano, McLaren le dio órdenes de bajar el ritmo para conservar el doblete. Al hacerlo, Hamilton se acercó peligrosamente al asturiano, lo que hizo que el español acelerara. Alonso ganó la carrera, pero desde ahí no pueden verse con respeto.