Es un Río de conflictos
Fueron los miles de millones de dólares que se invirtieron para construir los estadios sede de la Copa del Mundo, lo que terminó de molestar a la población brasileña y ocasionó las protestas contra el Mundial de futbol.
Ahora, a cinco meses de que inicie el máximo evento futbolístico del planeta, los brasileños se enteran que su país tendrá que realizar un nuevo desembolso millonario para tener listas las instalaciones que se necesitarán para los Juegos Olímpicos de 2016.
Indigo Staff
Fueron los miles de millones de dólares que se invirtieron para construir los estadios sede de la Copa del Mundo, lo que terminó de molestar a la población brasileña y ocasionó las protestas contra el Mundial de futbol.
Ahora, a cinco meses de que inicie el máximo evento futbolístico del planeta, los brasileños se enteran que su país tendrá que realizar un nuevo desembolso millonario para tener listas las instalaciones que se necesitarán para los Juegos Olímpicos de 2016.
Las autoridades brasileñas anunciaron que 5.6 billones de reales (2.3 mil millones de dólares) se destinarán a la infraestructura directamente relacionada con los Olímpicos que se realizarán en Río de Janeiro dentro de dos años.
Esta noticia no cayó nada en gracias a una población que había bajado el número de protestas, y que según Joseph Blatter, presidente de FIFA, iba a apoyar a su selección sin problemas cuando iniciara el evento futbolístico el próximo 12 de junio.
“Puede que algunos usen el Mundial para hacerse escuchar. Pero cuando la competencia inicie y la selección (brasileña) vaya a la conquista de su sexto título, no creo que nadie quiera dañar al futbol. El futbol está ahí para unir a las personas, para crear puentes”, dijo el máximo dirigente del balompié mundial.
Pero las palabras de “Sepp” Blatter podrían estar equivocadas, ya que esta nueva inversión que se realizará para los Juegos de 2016 podría detonar una nueva serie de protestas.
El pasado 23 de enero, el Comité Organizador de Río dijo que el presupuesto para el evento era de 2 mil 917 millones de dólares, lo que suponía un aumento del 67 por ciento frente a la previsión realizada en 2008.
Esta semana se informó que muchas de las mayores inversiones, como una nueva línea de metro y otro puerto fueron excluidos de los costos para los Juegos Olímpicos.
Así es que a esta nueva inversión, hay que sumarle los 15 mil millones de dólares que sería el total de lo que el gobierno brasileño habría desembolsado para tener lista la Copa del Mundo de este verano.
Luis Fernandes, ministro de deportes de Brasil, aseguró que había confusión en las cifras al juntar los eventos deportivos, pero el pasado martes él y funcionarios del estado de Río y los gobiernos municipales se negaron a proporcionar una estimación de cuánto costarían eventualmente los juegos, diciendo que las actualizaciones se proporcionarían periódicamente.
Con estas nuevas cifras millonarias, Brasil va camino a sumarse a aquellas sedes olímpicas que lejos de resultar beneficiadas por albergar la máxima fiesta del deporte, terminan sumidas en severas crisis económicas que tardan décadas en superarse.