La comezón del 3er año

De un tiempo a la fecha, el futbol mexicano se está volviendo de mecha corta para los entrenadores de éxito, ésos que saborean la gloria con sus equipos, los acostumbran al protagonismo y de pronto se convierten en la primera razón del fracaso cuando las cosas salen mal.

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
Comparte esta nota
32
lugar, logró Monterrey en el Ranking Mundial hace dos meses

De un tiempo a la fecha, el futbol mexicano se está volviendo de mecha corta para los entrenadores de éxito, ésos que saborean la gloria con sus equipos, los acostumbran al protagonismo y de pronto se convierten en la primera razón del fracaso cuando las cosas salen mal.

La comezón del tercer año de trabajo es un mal que ha afectado a varios técnicos en recientes torneos y particularmente apunta hacia Víctor Manuel Vucetich, quien luego de tener grandes torneos con el Monterrey, su continuidad como timonel del plantel regio empieza a ser fuertemente cuestionada tras su fracaso en el Apertura 2012.

Conforme pasa el tiempo, en el futbol mexicano la paciencia para los timoneles es mucho menor, pues aunque Vucetich le ha dado la mejor etapa de gloria a Rayados en toda su historia dado que de los ocho torneos que suma solo en uno solo no clasificó a la fiesta grande, los rumores de su salida han empezado a esparcirse.

El llamado ‘Rey Midas’ los instaló en tres finales del torneo nacional de los cuales ganó dos; fueron campeones del Interliga, además los hizo bicampeones de la Concacaf Liga de Campeones y este diciembre participarán en su segundo Mundial de Clubes de la FIFA.

Pero entonces, ¿porqué la fórmula del éxito, al cabo de tres años, parece desgastarse? Los casos no son aislados, incluso en el mismo Monterrey le pasó a Miguel Herrera hace algún tiempo, quien llegó en el Apertura 2004, los llevó a dos finales que no pudo ganar, para ser removido de su cargo en el Apertura 2007.

O qué decir de Enrique Meza como estratega del Toluca a finales de los noventas y principios de la década pasada, a quien su gran labor con los Diablos Rojos le abrió la puerta en la Selección Mexicana, truncando un proyecto estable que ya le había dado dos campeonatos nacionales.

Al ‘Ojitos’ no le ocurrió como a ‘Vuce’ con Rayados en el 2010, cuando el Tri lo sedujo pero el club Monterrey le brindó las condiciones idóneas para que se quedara en el proyecto que habían iniciado. Meza se vistió de verde en el 2000, pero debido a que su rendimiento no fue el esperado, al grado de peligrar el pase al Mundial de Corea-Japón en 2002, tuvo que ser removido del cargo por Javier Aguirre.

Por último pero no menos importante está el caso de Tomás Boy, que tuvo que decir adiós al proyecto con Morelia apenas el torneo pasado porque sencillamente ya no le tuvieron paciencia para que alcanzara el título.

El ‘Jefe’ vivió emociones intensas con Monarcas desde la Jornada 7 del Clausura 2009 y hasta el último juego de Liguilla en el Clausura 2012, período en donde tuvo constantes participaciones en la fiesta grande. Los llevó a unos Cuartos, tres semifinales y una Final, pero en razón de no haber conseguido jamás el título, el proyecto y la continuidad se vinieron abajo. Ahora Tomás tiene un gran reto con Atlas pues además de que todavía no consigue una victoria desde que tomó las riendas de ese equipo, la quema del descenso lo carboniza más a él que a sus jugadores.

Entrenadores y futbolistas siempre serán foco de atención y crítica en cualquier liga profesional del mundo, pero como ya lo han mencionado muchos técnicos a su llegada al balompié mexicano, los grandes proyectos no se traducirán en éxito sin el tiempo de acoplamiento necesario. 

Arias estuvo lejos de toda ‘picazón’

Hace varios años, los proyectos deportivos en la liga mexicana duraban más. Tal es el caso de Raúl Arias, quien duró siete años como técnico del Necaxa por la identificación que encontró en el equipo y sus jugadores.

Desde el Verano 1998 hasta el Clausura 2005, el técnico mexicano estuvo en 297 partidos, además de lograr el tercer lugar en el primer Mundial de Clubes celebrado en 2000, siendo a la fecha el club mexicano que mejor desempeño ha logrado en esta competencia de gran importancia.

Pero no es lo único que Arias logró en este tiempo con los hidrorrayos durante su largo mandato.

También les dio el último título que colocaron en la vitrina los hidrocálidos, dado que de los quince torneos dirigidos, tuvo oportunidad de meterse diez veces a la Liguilla, manteniendo un estatus de protagonismo la mayor parte de su gestión.

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil