La costumbre de ser Clásico

Pasan los años y la palabra Clásico le sigue pesando cada vez más a Chivas y América en su enfrentamiento usual dentro de la Liga MX. Como espectáculo, el choque de estos dos grandes ha perdido color y sabor, pero entonces ¿por qué se le sigue llamando así?

En México existen distintos tipos de partidos clásicos: el Capitalino, el Joven, el Tapatío y el Regio, sin embargo el Clásico Nacional o popularmente conocido como “Clásico de Clásicos” es el que mayor fuerza tiene entre los seguidores a pesar de que ya no existen tantas figuras que impulsen el buen futbol.

Rocío Cepeda Rocío Cepeda Publicado el
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bajas tendrá Chivas para el Clásico Nacional del sábado en el Azteca

Pasan los años y la palabra Clásico le sigue pesando cada vez más a Chivas y América en su enfrentamiento usual dentro de la Liga MX. Como espectáculo, el choque de estos dos grandes ha perdido color y sabor, pero entonces ¿por qué se le sigue llamando así?

En México existen distintos tipos de partidos clásicos: el Capitalino, el Joven, el Tapatío y el Regio, sin embargo el Clásico Nacional o popularmente conocido como “Clásico de Clásicos” es el que mayor fuerza tiene entre los seguidores a pesar de que ya no existen tantas figuras que impulsen el buen futbol.

Es evidente que tanto el Club Guadalajara como el Club América tienen el mayor número de seguidores y también la mayor cantidad de títulos entre los equipos que militan en la Primera División mexicana, no obstante esta virtud no es proporcional a lo que han dejado en la cancha en los últimos años cuando se enfrentan.

Desde 2006 el Rebaño Sagrado no ha salido campeón, de hecho en 18 años solo han podido conquistar el gallardete nacional en dos ocasiones, un saldo bastante pobre considerando lo mucho que representa.

Hoy en día existen figuras interesantes en ambos equipos, pero pocos de estos pueden ser considerados estrellas de un clásico. En ese rubro entrarían Omar Bravo o Carlos Salcido, por Chivas, mientras que de las Águilas tal vez pueda ser Osvaldo Martínez, pero incluso esta inclusión tendría sus reservas.

Por eso cuando llega la hora de la verdad, es raro ver que se caliente el juego. 

Parece que con los años se perdió un poco la pasión que provoca los roces verbales y hasta físicos entre jugadores.

Ahora son solo 90 minutos de un partido usualmente disparejo que no tiene más extensión que su futbol.

La falta de figuras determinantes causa un efecto lamentable en este llamado Clásico Nacional, el cual para muchos seguirá siendo el más importante del país, pero para otros ya es momento de que vuelva a vibrar como lo conseguían las estrellas de antes.

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