Legendario, exigente y peligroso
El asombro de Adrian Sutil, la consternación en el paddock y la angustia en los espectadores. Entre paramédicos, el francés Jules Bianchi, piloto de Marussia, estaba inconsciente y al filo de la muerte después de un trágico choque contra la grúa que recogía el auto de su compañero.
Los rostros de quienes seguían de cerca una carrera más del campeonato de Fórmula Uno, la décimo quinta de la temporada, pasó de la emoción al temor tan velozmente como cruza un bólido la bandera de cuadros en la meta.
Rocío Cepeda
El asombro de Adrian Sutil, la consternación en el paddock y la angustia en los espectadores. Entre paramédicos, el francés Jules Bianchi, piloto de Marussia, estaba inconsciente y al filo de la muerte después de un trágico choque contra la grúa que recogía el auto de su compañero.
Los rostros de quienes seguían de cerca una carrera más del campeonato de Fórmula Uno, la décimo quinta de la temporada, pasó de la emoción al temor tan velozmente como cruza un bólido la bandera de cuadros en la meta.
Momentos antes, el Circuito de Suzuka celebraba el Gran Premio de Japón, una carrera protagonizada por una feroz lluvia como remanente del tifón Phanphone, que aderezaba una jornada gris como el cielo nipón.
A falta de ocho vueltas para el final de la competencia, Sutil se impactó contra el muro de salida de la curva 7 del flamante Circuito de Suzuka en el Gran Premio de Japón, lo que provocó la salida del safety car.
Por su propio pie, Adrian salió del coche y el equipo de seguridad entró a la grava para retirarlo. Justo en ese momento, Bianchi perdió el control en la misma curva y tuvo el fatal accidente que tal vez marque su carrera como piloto y su vida en general.
La competencia terminó en ese momento, sin embargo, dadas las condiciones climáticas en la prefectura de Mie, Japón, y considerando el historial fatídico del circuito, ¿pudo la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) haber prevenido el accidente que hoy tiene a Bianchi en estado crítico?
El traumatismo craneoencefálico que llevó al joven piloto de inmediato al quirófano, y la angustia entera de quienes trabajan en el Gran Circo no son las únicas huellas en la historia negra de este circuito.
“Lo vi todo, estaba ahí de pie. La grúa salió para sacar mi coche de la zona. Si hay un accidente allí deberían sacar un safety car. Debíamos haber parado la carrera un poco antes”, dijo Adrian Sutil, piloto de Sauber, momentos posteriores al terrible accidente de Bianchi.
El Circuito de Suzuka no le es indiferente a la muerte. En 2004 se vio sometido a una revisión exhaustiva tras la muerte en competencia del motociclista Daijiro Kato el 6 de abril de 2003, quien sufrió un accidente que primero lo dejó tetrapléjico y con respiración asistida, pero trece días después de haber estado en coma irreversible, murió de un paro cardíaco.
Suzuka fue reemplazado del calendario mundial de la Moto GP, ya que no cumplió con los niveles de seguridad requeridos, según anunció la Federación Internacional de Motociclismo, y aunque analizaron la posibilidad de volver en 2005, hasta la fecha las motos ya no corren en este trazado en forma de ‘8’.
“Nadie podía prever que ocurriese algo así. Ahora tenemos que aprender de esto y evitar que vuelva a pasar”, dijo Sebastian Vettel, volante de Red Bull, al ser cuestionado sobre si la FIA debió haber suspendido la carrera de ayer en Japón debido al mal tiempo.
“Es delicado, muy delicado, y hay que conducir con mucha atención. En realidad no quiero hablar de la carrera, lo importante ahora es hablar de Bianchi”, expresó el cuatro veces campeón del mundo en F1.
Varios pilotos se preguntaron por qué el coche de seguridad no fue llevado con un tractor al lado del circuito, y además tenían inquietud por saber si en tales condiciones de humedad y con la visibilidad desapareciendo rápidamente, debieron competir como si nada pasara.
Los organizadores también fueron criticados por no adelantar el inicio de la carrera, cuando era obvio que las previsiones de lluvia torrencial estaba pronosticadas con seria anticipación.
“Podríamos haber empezado la carrera a las 13:00”, comentó Nikki Lauda, tricampeón y leyenda de la F1.