León que se cree oveja

“La gente de Guanajuato es una afición parecida a la de Torreón, medio brava”. Esas fueron las palabras de Samuel, líder de la barra Libres Lokos de Tigres, en entrevista con Reporte Indigo hace apenas unos tres meses, sin saber lo que les esperaría en la visita del grupo al partido contra León.

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Aficionados de Tigres viajaron a León para ver el juego de su equipo
Los logros deportivos de la institución en la cancha se están opacando por la falta de protocolos de seguridad en este espectáculo

“La gente de Guanajuato es una afición parecida a la de Torreón, medio brava”. Esas fueron las palabras de Samuel, líder de la barra Libres Lokos de Tigres, en entrevista con Reporte Indigo hace apenas unos tres meses, sin saber lo que les esperaría en la visita del grupo al partido contra León.

Con los hechos registrados el sábado en el Nou Camp en donde la policía abusó de su fuerza para intentar desalojar a los aficionados norteños en el estadio, ha quedado en evidencia la falta de protocolos en la implementación de medidas de seguridad en un espectáculo deportivo en una plaza que se vuelve más peligrosa con el paso de los juegos.

A través de los años ha sido evidente que Jesús Martínez, dueño del Pachuca y padre de Jesús Martínez Murguía, presidente del León, es un directivo con mucha voz y voto en la FMF, por tanto no se vuelve extraño que los castigos hacia este particular equipo no sean tan severos como cada evento lo ha ameritado.

Los logros deportivos de la institución en la cancha se están opacando por la falta de protocolos de seguridad en este espectáculo deportivo. Porque no es casualidad que hayan sucedido varias broncas en esta plaza y más equipos se sigan quejando del sistema, que revela que los 10 años en la Liga de Ascenso sí le pesan a la organización que apenas se une a la Primera División. En este caso donde los policías municipales de León buscaron sacar a los barristas a golpes, el resultado ha sido un aviso de veto por parte de la Federación Mexicana de Futbol así como una multa económica de 2 mil 300 días de salario, un ‘regaño’ muy tibio respecto a la magnitud del problema de logística para la directiva del club esmeralda.

La sociedad entera que haya puesto atención en las imágenes televisivas o en las fotografías de los diarios, sabe que se ha cometido un abuso de autoridad. Si bien los barristas ya estaban avisados de que saldrían minutos antes de terminarse el partido, fue natural que hubieran sentido molestia que los desalojaran faltando más de 20 minutos para el fin del juego.

Descargas eléctricas, golpes con macanas, insultos, puñetazos, hubo de todo. Incluso sin importarle a la autoridad tener frente a sus ojos a algunos niños y mujeres que buscaban despavoridamente alejarse del tremendo zafarrancho.

De este caso hay varios puntos increíbles, como el de la alcaldesa de ese municipio, Bárbara Botello, quien dijo a los medios que los aficionados de Tigres no supieron perder y por ello se desató el pleito con los policías que los cuidaban.

Derechos Humanos de Guanajuato abrió el expediente 411/2012-A por abuso de autoridad en contra de elementos de Seguridad Pública, invitando a las víctimas foráneas a denunciar los hechos.

Parece que en León se están acostumbrando a mal tratar así al visitante, pues existe el precedente de la bronca contra la barra de Chivas donde un joven fue herido de bala mientras se dirigía al Nou Camp, así como el de la Semifinal del Clausura 2011 contra Xolos cuando hubo riñas dentro y fuera del inmueble.

Tanto han buscado los dueños del futbol poner otra cara a la disciplina más vista en el país, pero es bastante curioso que en otras plazas sí se hayan aplicado vetos por hechos similares y en esta sede ‘caliente’ no. ¿Es real que el reglamento se aplica para todos?

Los enseñan a torturar

Desde hace algunos años la Secretaría de Seguridad Pública de León ha enseñado a sus policías ciertas medidas de tortura como parte de una capacitación ‘extrema’ para agentes voluntarios.

En 2008 el diario El Heraldo de León puso en evidencia el entrenamiento que recibía el Grupo Especial Táctico (GET) para obligar a los detenidos a proporcionarles información, mediante torturas que vuelven más violento el trato del policía municipal.

Desde el famoso ‘tehuacanazo’, que consiste en inyectar agua mineral por las fosas nasales al interrogado, se instruye a los policías para que amarren a los detenidos, les cubran el rostro y los amenacen con meterles la cabeza a una fosa llena de excremento, técnica conocida como el pocito.

Cuando el diario cuestionó al entonces secretario de seguridad pública de León, Alvar Cabeza de Vaca, por qué una dependencia del gobierno municipal ofrece cursos sobre prácticas ilegales que violan los derechos humanos, respondió: “Pos si bien no está prohibido… Yo no sé al final de cuentas como llegó el video (a los medios de comunicación). El capacitador hace las grabaciones para observar y corregir con base en el ensayo”.

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