Fidel Kuri Grajales es hombre de futbol, también hombre de política. Pero aunque acostumbrado a los problemas sociales, parece que sigue siendo intolerable a los asuntos en el balompié.
Mientras su equipo era sancionado en la cancha, al dueño de los Tiburones Rojos del Veracruz se le soltó la ira y agredió verbalmente a Edgar Codesal, titular de la Comisión de Arbitraje, agresión que podría costarle más caro de lo que cree.
Si bien no se ha dado una versión oficial de lo ocurrido en los palcos del estadio Luis “Pirata” Fuente de Veracruz, más que lo visto en los videos de TV Azteca durante la transmisión del partido contra León, se especula que vendría un castigo ejemplar para el empresario.
Haber perdido sus cabales podría costarle a Kuri Grajales al menos seis meses alejado de toda actividad ligada al Club Veracruz, según se ha rumorado, aunque pese a todo se salvaría de ser expulsado de la Liga Bancomer MX.
El político priista está bajo investigación de la Comisión Disciplinaria, a pesar de solo ser el dueño y no ocupar un cargo como directivo o similar en la franquicia del Puerto Jarocho.
De acuerdo al reglamento de sanciones, el artículo 33 dice que “cualquier agresión a los oficiales del partido ameritará un año de suspensión en todas sus funciones y multa económica de 36 a 450 días de salario mínimo.