Desde su gestación, el estadio de Rayados que promete ser el mejor de todo Latinoamérica, ha pasado por momentos de polémica que ensombrecen desde este momento su nublado porvenir.
La obra con valor inicial de 2 mil millones de pesos, ha tenido capítulos difíciles desde el día de su anuncio. Pues aunque se esperaba su apertura unos 30 meses después del inicio de la construcción, no será sino hasta la primavera del 2015 cuando pueda abrir sus puertas de manera oficial.
En el sitio de Internet del proyecto, se ofertan diariamente la venta de abonos para los partidos del Club de Futbol Monterrey, lo que sigue siendo incierto es cuánto tiempo tendrá que esperar el comprador para hacer efectiva su inversión.
Un nuevo retraso en la edificación del inmueble ha puesto en jaque a los directivos, esperando que todo pueda pasar pronto por mejores manos dado el error garrafal en el montaje de la estructura de acero que cubrirá el estadio.
Paciencia, la mejor virtud por mostrar de parte de los aficionados cuando al pasar de los meses no existe una buena noticia en torno al proyecto.
A diferencia de otras edificaciones en el futbol mexicano, como el Omnilife de Guadalajara, el TSM de Torreón, o el estadio Caliente de Tijuana, el nuevo Estadio de Rayados es el coloso de la amargura en nuestro país.
El anuncio
Fue el 9 de septiembre de 2008 cuando la empresa FEMSA, propietaria del club albiazul, planteó de manera oficial la construcción del nuevo estadio con capacidad para 50 mil espectadores al deporte más famoso del país, el futbol.
Como director ejecutivo del proyecto fue designado Tonatiuh Mejía Moysen, a quien le encomendaron el compromiso que esto implicaría para la sociedad pero que de forma instantánea se puso contra los ecologistas y vecinos del sector.
La planeación fue detenida por diversas trabas administrativas, como faltas de permisos correspondientes, primero para ceder el terreno en comodato a Femsa por 60 años, y después por no contar con las autorizaciones correspondientes de la Profepa y la Semarnat.
Inicio y nuevas trabas
En febrero de 2010, la Profepa impuso sellos de clausura en los accesos al terreno de construcción porque los estudios realizados por la empresa Geoimsa no estaban autorizados por la Semarnat. Finalmente, el tema quedó atrás con la aprobación del comodato.
Cerca de marzo 2011, un nuevo escándalo se apropió del nuevo estadio rayado. Femsa recibió el rechazo de la solicitud de cambio de uso de suelo debido a que las coordenadas del proyecto no coinciden con la ubicación geográfica del predio en La Pastora. Todo fue un detalle técnico. En noviembre de ese mes, la alcaldesa Ivonne Álvarez otorgó el premiso de construcción.
Para marzo de 2012 ya se colocaban las primeras columnas del ansiado inmueble pero un nuevo problema denominado “consulta pública” le vino en contra a la administración de Tonatiuh Mejía.
José González Ornelas, Consejero Delegado de FEMSA, dijo que acatarían la orden de la consulta pública, pero anuncia que interpondrá una queja ante el juez que dictó sentencia para buscar continuar con la construcción del estadio mientras se realiza el sondeo.
La baja de futbol
Con la salida de Víctor Manuel Vucetich, el entrenador más ganador en la historia del club, el fin de la era exitosa fue decretada en agosto de 2013 cuando el futbol con idea se esfumó de un momento a otro.
El cierre del Apertura lo dirigió José Guadalupe Cruz de manera fracasada y sin clasificación a la Liguilla. Vino el Mundial de Clubes de Marruecos en el mes de diciembre, donde el equipo solo participó sin nivel de competencia para ser eliminado en la fase de cuartos.
Llegó el Clausura 2014 sin muchos cambios y momentos complicados para “El Profe”, tuvo un triunfo en siete jornadas de la temporada, suficientes para ser cortado de tajo en medio de tremenda presión de la tribuna.
Carlos Barra y José Treviño como interinos no dan una. Ponen empeño sin resultado, cuando es claro que se pasará el Clausura 2014 sin pena ni gloria. Y para colmo, ni el nuevo estadio puede avanzar bien.