Ver jugar al Monterrey que el viernes se dejó avergonzar por Santos en el TSM de Torreón, es motivo de preocupación. La forma en que Tigres se dejó superar con simpleza por Xolos en su casa también causa sorpresa.
En camino a la cuarta jornada del Clausura 2015 y los equipos regiomontanos ya comenzaron a dar mortificación a sus aficionados, que al arranque de año vieron conformado dos buenos equipos pero de esto poco o nada se ha podido ver.
Dos goles a favor por cinco en contra es una cuota por demás desbalanceada en este inicio de torneo para La Pandilla. Y aunque es fácil culpar a Carlos Barra por este pésimo funcionamiento, ni jugando los cinco colombianos han podido hacer mucho en la cancha.
Cierto que tienen una victoria en medio de las dos derrotas dentro de la Liga MX, pero considerando la Copa ya acumulan tres derrotas en los últimos cuatro partidos oficiales del año en curso.
Lo verdaderamente triste es que no han podido brindar un futbol ordenado o creativo que den señal de un buen camino, no ahora sino desde la campaña anterior cuando alrededor de la Jornada 11 se involucraron en una baja de juego que en la actualidad les sigue afectando.
La actitud “pasalona” que pretender evitar el portero Jonathan Orozco, según sus propias palabras hace varios días, es lo que destaca en el accionar del cuadro de Barra desde hace tiempo.
Porque el juego contra Pachuca solo fue resuelto gracias a una genialidad de Edwin Cardona, lo demás fue un accionar similar a la pobreza que mostraron ante Santos en calidad de visitantes.
Al entrenador no le preocupa tanto el llegar a salir de la institución, sino poner mano a la obra para que Rayados no sufra más. Lo único que le queda es “enchufar” a su plantilla sobre el mismo objetivo o de lo contrario el cordón podría cortarse por lo más delgado y pronto ser despedido de su cargo.
Caso similar le pasa a Tigres que, tal vez escudados en la crisis de lesionados en su equipo titular, los reemplazos buscan alcanzar la expectativa que Ricardo Ferretti les tiene y poco han podido rescatar.
Los errores infantiles y la falta de contundencia hundieron al cuadro felino en su segunda derrota de la temporada, dejando trabajo y sobre todo preocupación en el “Tuca”, que sigue luchando contra toda adversidad deportiva.
Lo que pasó el sábado en el Volcán dio emociones al graderío. Una y otra vez hubo llegadas de peligro pero solo el gol de Dieter Villalpando pudo concretarse. Esto hace pensar que cada semana podría suceder lo mismo con la agresividad del equipo, pero también con la falta de puntería de su delantera.
Ni Tigres ni Monterrey son planteles que hayan sido planeados para sufrir derrotas vergonzosas como las que tuvieron el fin de semana, sino todo lo contrario, tiene millones de dólares invertidos para volverse efectivos en el corto plazo.
Los albiazules recibirán al invicto Veracruz en el Tecnológico, mientras que los felinos ya se preparan para revivir su última final contra América al visitar de nuevo el coloso de Santa Úrsula.