Una vez más, Tigres y Rayados le dan la espalda a la posibilidad de meterse en zona de calificación. Su realidad es dolorosa, o buscan una solución inmediata o es momento de ponerse a rezar.
Con sus equipos en los lugares 16 y 17 de la clasificación general, el futbol regiomontano está sumergido en una crisis que tal parece continuará a lo largo de este torneo, así que la única alternativa será buscar un cierre decoroso.
Tigres no entiende
Luego del empate sin goles de ayer en Guadalajara contra las Chivas, el equipo que dirige Ricardo Ferretti dio un paso más al fracaso en un torneo donde no encuentran la forma de ser estelares y ganar puntos.
Parecía que los auriazules tenían la posibilidad de sorprender a unas Chivas que tampoco han mostrado un futbol destacado en este torneo, pero los felinos volvieron a adolecer de un líder en el terreno de juego y de alguien que concluyera las jugadas ofensivas.
Los ocho goles que le hicieron al Puebla la semana pasada en el torneo de Copa, parece que dejaron sin pólvora al ataque de Tigres, que sumó su sexto partido de la temporada sin marcar anotación.
A pesar de la impactante decisión de dejar en la banca al líder Lucas Lobos, nada fue suficiente para que Tigres se encontrara con su segundo triunfo de la temporada, sumando apenas 8 puntos de 27 posibles.
La que queda intacta para este equipo con un solo triunfo en la temporada es la esperanza y la fe de despertar del sueño terrible. Sus siguientes rivales son: Cruz Azul, Puebla, Querétaro, Toluca, Atlante, Xolos, León y Atlas.
De todos estos, deberán lograr por lo menos seis victorias. Hay algunos adversarios que parecen vulnerables y otros más lucen poderosos, pero a estas alturas, con lo soso de su funcionamiento, no existe la seguridad de que Tigres pueda revertir la situación que vive.
Urge reestructuración
Y qué decir del Monterrey, un equipo al que no le puede salir nada bien. Porque a pesar de que corrieron al técnico, pusieron dos interinos y renovaron sus esperanzas, les pasó de noche una jornada más.
El equipo que comandan Carlos Barra y José Treviño tiene solo dos triunfos en lo que va de la temporada y sus siguientes rivales son Pachuca, Morelia, Pumas, Atlante, Santos, Chiapas, Veracruz y Chivas.
De todos estos, tendrá la urgencia de conseguir por lo menos seis triunfos para aspirar a los 26 puntos que históricamente sirven para clasificar a la Liguilla, de no ser así, también deberán empezar a rezar.
Lo mejor que puede pasarle a La Pandilla, es lograr todos los puntos posibles y esperar a que el resto de los enemigos tengan un paso irregular o muy malo en la segunda parte del torneo.
Después, comenzar a visionar una reestructuración de raíz para no volver a padecer lo que hoy están sufriendo.
Lo cierto es que ni Tigres ni Rayados parecen tener el futbol ni los deseos necesarios para poder meterse a la Liguilla.
Siguen estando a cuatro…
Ante la mala racha, los pésimos resultados y el futuro incierto de la temporada, a los equipos locales todavía les queda un as bajo la manga: la mediocridad del torneo mantiene la cercanía de la zona de clasificación.
Por increíble que parezca, Tigres y Rayados están a cuatro puntos o menos de alcanzar al octavo lugar de la tabla general, Atlante, que camina lento con 12 puntos a estas alturas de la temporada.
Independiente de estas esperanzas, lo único que puede salvarlos será sumar los triunfos que se supone que deben ganar. Si no es así, entonces ya nada alcanzará a librarlos de la catástrofe.