"Cuando se llega a esto es difícil parar, pero hay que poner orden en esto y no llegar a una situación como la que muchos países en Sudamérica están viviendo"
La violencia en la tribuna de un estadio de futbol tienen preocupada a la sociedad en general. El espectáculo deportivo se está tiñendo de rojo y lo que resulta difícil es el deslinde de responsabilidades luego de un evento tan tráfico como lo ocurrido el sábado en Guadalajara.
Es importante que tanto la Federación Mexicana de Futbol, la Liga MX, los clubes y la autoridad judicial logren pronto una sinergia que impida la continuidad de estos actos barbáricos que hasta ahora ha cobrado decenas de víctimas, algunas de gravedad.
“Murió un policía en manos de la turba”, escribió en red social el directivo del Atlas, Ricardo Salinas Pliego, en referencia a la información de la que tuvo conocimiento, aparentemente de forma errónea.
Posteriormente y por el mismo medio, la Policía de Guadalajara negó rotundamente el supuesto deceso del uniformado difundido la tarde del domingo en la cuenta de Twitter del dueño de Tv Azteca.
Reportes oficiales indican que solo dos policías resultaron con heridas de gravedad, pero fuera del boletín, se cuenta que uno de los elementos duramente golpeados sufrió exposición de masa encefálica y que su vida realmente corre peligro.
Autoridades agregaron que otro elemento presenta traumatismo craneoencefálico leve, heridas en cuero cabelludo y policontundido. Otro policía se reporta con contusión del ojo y codo izquierdos, además de estar policontundido. Un cuarto elemento hospitalizado tiene una herida en el párpado inferior del ojo derecho y está policontundido.
¿Está la Liga MX muy cerca de vivir un acontecimiento mortal? Porque entonces, si se llegara a registrar la muerte de una persona en las tribunas de un estadio, ¿quién o quiénes serían los responsables del hecho?
La culpabilidad es repartida por tratarse de un evento público, al que tanto los cuerpos de seguridad deben estar preparados, los clubes tener la planificación necesaria para cuidar la integridad física de los presentes, así como de la Liga MX en su rol de órgano rector.
Diputados como Gerardo Liceaga y Felipe Muñoz han intentado hacer reformas que castiguen severamente a quienes se involucren en actos violentos. Hasta ahora todo ha quedado en simple intento, pues no se termina de decretar la ley que erradique estos hechos.
José Antonio Castillo, abogado litigante y socio del despacho Castillo-Ochoa, expresó que conforme al artículo 19 del Reglamento de espectáculos públicos de Guadalajara, los promotores que realicen cualquier tipo de espectáculo serán responsables del orden general durante la celebración del espectáculo y de la estricta observancia del presente reglamento teniendo además otras obligaciones.
En materia civil, no habría sanción o consecuencia alguna con la muerte de algún policía para las directivas o para el estadio, salvo la que ya existe que es la clausura.
Existen clubes como Pachuca o León que han decidido aplicar la ley por su propia mano, es decir, expulsar de por vida a los barristas identificados que incurran en pleitos o actos racistas, por el bien del futbol.
Este lunes el Club Querétaro emitió un mensaje de paz en su cuenta de Twitter: “En Querétaro decimos no a la violencia”, acompañado de la imagen de un gallo que saca una tarjeta roja a este hecho.
En Tigres, el técnico Ricardo Ferretti pidió mano dura contra los barristas que causan conflictos bélicos en la tribuna de un estadio, sobre todo a los clubes y áreas de seguridad.
“Las directivas y autoridades deben tomar cartas en este asunto. A estos vándalos, que sólo van a este tipo de situaciones, les debería ser negada totalmente la entrada, y se puede detectar quién es, se puede evitar la entrada y más si es una porra organizada”, dijo Ferretti.
Por lo pronto, este martes Jorge Vergara, dueño del club Guadalajara, ofrecerá una conferencia de prensa para dar los últimos reportes del suceso en el estadio Jalisco.
La Liga MX solicitó este lunes el apoyo de toda la afición para identificar y encontrar a los responsables de los actos violentos, pidiendo que se informe de los agresores al ayuntamiento, la Liga o los clubes.
Peligra aforo del Superclásico
Es común ver muy solo el estadio Omnilife de Guadalajara, pero después de los hechos registrados en el Jalisco entre barristas y policía, el colorido del Superclásico de Chivas contra América peligra seriamente.
Dado que la barra rojiblanca fue la involucrada esta ocasión, autoridades del municipio de Zapopan se reunieron con directivos del Rebaño Sagrado para coordinar los operativos de seguridad a implementarse el domingo en el Clásico Nacional, sin embargo ellos creen que las familias dejarán de asistir al estadio por miedo a que se desaten nuevos casos de violencia.
El secretario general del gobierno de Jalisco, Arturo Zamora, indicó que se están tomando las medidas necesarias para evitar que se repitan actos similares, en el partido que están en puerta.
“Debemos llevar un trabajo de control más efectivo y cuidar muy bien toda la estrategia de seguridad de todas las personas que acuden a estos lugares, donde hay eventos masivos, y en términos generales lo que nos da es experiencia con el objetivo de que no se repita”, dijo Zamora.
El funcionario aseguró que están coordinados con autoridades de otros estados porque parte de los agresores a policías eran del Distrito Federal y del Estado de México, y que revisarán los camiones que viajen de otras entidades.
Violan Artículo 47
El Club Atlas debe ser multado por la Comisión Disciplinaria de la Femexfut por violar casi todos los estatutos del Artículo 47 de “Sanciones 2013-2014” en el Reglamento General de Liga MX.
En el Capítulo V Infracciones que son responsabilidad de los clubes, menciona en “Sobre los aficionados y la tribuna” una serie de prohibiciones a los que los clubes asociados deben someterse para mantener el orden.
Entre las prohibiciones violadas está la venta de bebidas con hielo en trozos, también habla del sobrecupo y la revisión e inspección al público, siendo estas cuestiones las que derivaran en la clausura del inmueble instantes posteriores a la finalización del partido de futbol.La multa va de 200 hasta 3,000 días de salario mínimo y el veto al estadio.
