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Su última muestra de impulso fue el Proyecto de Desarrollo del Futbol Asiático en 2012 dirigido a jóvenes y sobre todo mujeres
El contrincante de Joseph Blatter se llama Alí Bin Al Hussein, es hijo del rey Hussein de Jordania. Anunció su candidatura a la presidencia de la FIFA con la intención de “devolver la ilusión y la ética” al organismo que dirige el fútbol mundial, salpicado en demasiadas ocasiones por acusaciones, sospechas o directamente casos de corrupción.
Su imagen fresca, juvenil –tiene la mitad de años que Blatter- y su expediente hasta ahora limpio le han abierto las puertas a ser el más fiable sucesor en el cargo de mandamás.
Estudió en Estados Unidos y Gran Bretaña, ocupa actualmente múltiples cargos de responsabilidad en el futbol jordano y asiático. Es vicepresidente de la FIFA por Asia y miembro del Comité Ejecutivo de la Confederación Asiática de Futbol (CAF).
Entre sus últimas muestras de impulso al futbol se encuentran la creación del AFDP (Proyecto de Desarrollo del Futbol Asiático) en 2012 con el que se busca el desarrollo del futbol entre los jóvenes y las mujeres.
El AFDP apoyó la intensa campaña para levantar la prohibición a que las mujeres jugaran este deporte con el rostro cubierto. El príncipe es un ferviente defensor de la práctica en la rama femenina.
Está casado desde 2004 con la experiodista argelina Rym Brahimi y tiene dos hijos, a los que no ha dudado en posar en la promoción de su campaña electoral para la FIFA.
