Ni el dominio constante, ni los goles, ni el orden defensivo y mucho menos los ole’s de la afición fueron suficientes para que Tigres consiguiera el triunfo que concretara la eliminación del River Plate de Argentina.
A tres minutos de llegar al minuto 90 se desplomó el equipo felino y con ello la hombrada instantánea de los Millonarios que, de ir abajo 2-0 lograron empatar el partido más valioso de la fase de Grupos de la Copa Libertadores de América.
Aunque Tigres no tenía nada que perder, pero sí mucho qué ganar, parece que en el pecado llevó la penitencia.
Mientras se vestía de histórico al eliminar momentáneamente a uno de los grandes del Cono Sur, del cielo cayó hasta el suelo por una serie de desatenciones que lo dejaron casi humillado.
Durante el penúltimo juego de la fase de grupos del certamen sudamericano, los pupilos de Ricardo Ferretti buscaron imponer su autoridad y así comenzaron con el gol tempranero de Egidio Arévalo, quien tras un servicio de Joffre Guerrón reventó la red de Marcelo Barovero.
Transcurrió el cotejo y se dieron oportunidad de crear jugadas de peligro que sin duda permitieron a su afición entonarles con más ganas las porras y cánticos.
Incluso, sin festejo por su pasado con River, Damián Álvarez también supo ponerle mayor sabor a la fiesta felina. Esto cuando concretó un centro de Israel Jiménez que el arquero no pudo salvar.
Los Millonarios empezaron a jugar y por ende solo les bastaron tres minutos para rescatar un punto y mantenerse con vida.
Un gol de Teófilo Gutiérrez al 86 y otro golazo de Rodrigo Mora al 89 sirvieron para mandar callar al Universitario, que ya celebraba la victoria pero terminó frustrado.
