Tigres no pasa por su mejor momento defensivamente hablando, y los números no mienten. La zaga auriazul del Apertura 2013 se ha convertido en la peor en la era de Ricardo Ferretti, lo que vaticina un grave problema en su aspiración por clasificar si este sector no se corrige pronto.
Los dos goles que se “come” Enrique Palos en la lluviosa noche contra Chivas no fueron obra de la casualidad. La zaga que en el Clausura 2011 impuso un récord de menos goles recibidos, con nueve, ahora no es otra cosa que una zona endeble.
A este equipo solo le faltan dos goles en contra para empatar al Atlante, como la peor zaga del torneo, evidenciando un problema no presupuestado en el cuerpo técnico de Ferretti.
Apenas el Clausura pasado los felinos recibieron en 17 fechas un total de 16 anotaciones en su marco, pero tras ocho juegos disputados (tiene un partido pendiente) ahora ya suman 14 goles en contra, denotando que la zona baja es la que podría estar urgida de mano dura.
Desde que el “Tuca” tomó a los Tigres en el Apertura 2010, poco se habló de las fallas defensivas en su equipo porque eran más los puntos que se tenían que destacar.
Si en algo siempre han semejado los equipos que toma el “bigotón” es precisamente el trabajo excelso en la primera línea, pero algo grave sucede ahora.
Tigres tenía un promedio de 6.83 anotaciones desde la jornada uno hasta la nueve en la era Ferretti.
Al inicio fueron tan buenos los resultados que hasta decidieron vender a Cirilo Saucedo y quedarse con el canterano Enrique Palos, pero ahora es vergonzoso que en menos cantidad de partidos ya acumulen 14 goles en contra.
Factor en esta situación puede ser la baja por operación de Israel Jiménez, quien solo jugó dos jornadas y después le tuvo que ceder su puesto a Jesús Dueñas, a quien le ganaron la espalda en el primer gol que marcó Chivas el sábado.
Hugo Ayala también ha dejado qué desear en su desempeño en la central. Ha tenido marca frágil en lapsos de los partidos, por lo cual Tigres no ha podido mantener el cero en su portería.
Alternancia, ¿es un problema?
Lo que parecía una oportunidad de desarrollo y competencia entre Enrique Palos y el recién llegado Sergio García, ahora es una situación de presión para ambos arqueros probados en la Primera División.
Si bien el propio técnico felino había asegurado que la alternancia no era su mejor opción, en las jornadas 7 y 8 quitó a Palos del arco para darle oportunidad al “Matute”, para después regresarlo en la novena fecha.
“Goool” fue el grito unísono en el Estadio Universitario la noche del sábado cada que Palos tocaba la pelota, resultado reproche y acoso contra el canterano que no vive su mejor momento. Lo malo, es que en el primero y segundo gol contra Chivas hizo mella su nerviosismo.
La gran pregunta en este caso es qué tanto seguirá perdiendo Tigres con la alternancia, porque lo difícil no son los goles que están recibiendo sino cuánto tiempo les puede quedar jugando en este equipo.