Todo se derrumbó

México había encontrado refugio de su crisis social en los logros futbolísticos de la Selección Nacional. Los años 2011 y 2012 fueron el inicio perfecto del proyecto encabezado por José Manuel De la Torre que de un momento a otro, simplemente se esfumaron como si todo hubiese sido un sueño.

De tener el honor y prestigio, hoy día el futbol mexicano se tiene que conformar con aspirar a alcanzar a Bosnia o Rusia

México había encontrado refugio de su crisis social en los logros futbolísticos de la Selección Nacional. Los años 2011 y 2012 fueron el inicio perfecto del proyecto encabezado por José Manuel De la Torre que de un momento a otro, simplemente se esfumaron como si todo hubiese sido un sueño.

De tener el honor, prestigio, trofeos y hasta un decente puesto en la clasificación FIFA, hoy día el futbol mexicano se tiene que conformar con aspirar al puesto de países como  Bosnia-Herzegovina, Costa de Marfil o Rusia, quienes son superiores al sitio 17 general que posee el Tricolor masculino.

Apenas el año pasado el país entero celebró el máximo logro en la historia del balompié nacional: la obtención de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero la realidad que le esperaba jamás la hubieran imaginado los jugadores.

Después de conseguirse el Mundial Sub 17, la Copa Oro y los Juegos Panamericanos en 2011, además del Preolímpico de Concacaf, el Torneo Esperanzas de Toulon y las Olimpiadas en 2012, a México no le han quedado más que llorar los recuerdos que se convirtieron en solo cuatro victorias en seis meses.

Ganarle a Jamaica en la Eliminatoria Concacaf, a Japón en la Copa Confederaciones, a Nigeria en el Torneo Esperanzas de Toulon, y a Mali en el Mundial Sub 20 son los únicos triunfos que lastimosamente México ha podido celebrar porque así de golpe el nivel de las tres selecciones (Sub 20, Menor y Mayor) se ha venido abajo.

El puesto de José Manuel De la Torre, como seleccionador, y de Héctor González Iñarritu, como director de selecciones nacionales, han estado en juicio de los seguidores del conjunto mexicano, sobre todo por la repentina forma en cómo México se vino abajo tan drásticamente.

Pueden no ser solo ellos los responsables de la debacle, pues en cada uno de los representativos han habido líderes que no han acertado en el momento en que su selección se los ha demandado.

Copa Oro, la salvación

Dentro de tres días iniciará la Copa Oro y en donde la Selección Mexicana tendrá participación expectante, sobre todo por tratarse de un torneo de la zona de Concacaf. 

Para estos encuentros a celebrarse en Estados Unidos, no se verá la alineación estelar que dirige “Chepo”, sino un equipo alternativo que a veces le llaman “B”, sin embargo en este equipo están depositadas las esperanzas de salvar la honra del futbol mexicano tras el desastroso primer semestre de este año.

Sembrado en el Grupo A junto a Panamá, Canadá y Martinica, el Tricolor bajo las órdenes de Salvador Reyes y quien será auxiliado por el campeón mundial Sub 17, Raúl “Potro” Gutiérrez, tendrá la misión de levantar el ánimo de toda una nación alicaída por los golpes recibidos tanto en la eliminatoria, Copa Confederaciones y Mundial Sub 20 que, para muchos, realmente no estaban presupuestados.

Para muchos convocados en esta selección, la Copa Oro es el momento idóneo para mostrarse y ganarse posiblemente un puesto para que sean contemplados en la débil selección mayor que todavía no asegura su participación en la Copa del Mundo. 

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