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En alguna parte del camino se perdió el futbol, los goles y el resultado, no se sabe a qué se atribuye el cambio drástico, pero si existe un momento en que la Selección Mexicana debe revertir la crisis, Brasil es el rival perfecto para volver.
En la localidad de Fortaleza, que más que ser solo un municipio de 2.5 millones de habitantes donde su principal fuente económica es la producción de calzado, esta tarde será el escenario donde el Tricolor deberá atender el llamado a la calma antes de que se encienda la alerta de pánico.
Sin pensar en qué puede sucederle al técnico José Manuel De la Torre con otra derrota y sabiendo que en los últimos 40 años el entrenador mexicano que inicia la eliminatoria no llega al Mundial, el equipo completo debe respaldar el trabajo de su superior.
No será nada fácil, Brasil es el anfitrión y cuenta con el astro y nuevo blaugrana Neymar Junior, que aportó un gol en la victoria de 3-0 en el debut contra los nipones. La ‘Canarinha’ quiere cumplir los pronósticos de llegar hasta la Final por el simple gusto de ser local.
Pero si México ya supo que debe quitarse el miedo o respeto sobrado frente a su adversario, entonces tiene que mejorar su propuesta futbolística, sobre todo el parte agresiva sin condonar nada, y defender como si cada pieza titular se estuviera jugando el puesto en cada balón.
No hay mañana para el Tri, es ganar para seguir con vida o perder y empezar a despedirse de una edición más de la Confederaciones, en tanto debe mejorar mucho la pelota controlada, buscar cruzar el mediocampo con seguridad y meter las oportunidades que tenga, porque Brasil está inspirado y con ganas de más.
