Un equipo en decadencia

Para lamentos, no hay tiempo. México mostró una leve mejoría futbolística en su inicio de Copa Confederaciones pero esto no bastará para asegurar los buenos resultados.

Aunque se habló de miedo al enfrentarse con Italia, según palabras de Carlos Salcido, el momento por el que atraviesa la Selección Nacional todavía puede rescatarse, si consideran este torneo como la oportunidad para revertir la presión y ser el digno representante de Concacaf.

De ser el equipo promesa desde hace dos años, el Tricolor ha cambiado mucho. Su confianza, su fe, su futbol y su manera de hablar ante la prensa es tan distinta que posiblemente ellos mismos se adentran más en la crisis de resultados que a nivel internacional ya detectaron.

No hay manera de justificar a los delanteros, porque ni el gol de penal contra Italia de Javier Hernández lo salva de la debacle. Mucho menos la contención que Gerardo Torrado ha vuelto frágil y sin condición, y ni qué decir de la defensa que lidera Francisco “Maza” Rodríguez, a quien sin duda la Confederaciones le hará ver su realidad como lo que pasó el domingo.

El único que se habría salvado del mal paso es el portero Jesús Corona, sin embargo también se llevó parte de las críticas con su cuestionable desempeño en el primer gol de los italianos en tiro libre.

 La prensa los ‘mata’

A nivel internacional, diferentes medios de comunicación han emitido críticas sobre el México que debutó en la Copa Confederaciones 2013, al cual consideran meramente defensivo aunque paradójicamente la zaga fue la zona más vulnerable de todo el equipo.

El diario El País publicó la crónica de Cayetano Ros en donde describió como “desastrosa” la defensa tricolor y “pequeño” al equipo en general conforme avanzó el partido.

“Lo mejor de México era su predisposición defensiva: el orden, la disciplina y todos esos atributos destacables cuando fallan todos los demás. México fue cada vez más pequeño, metido en su área, incapaz de dar tres pases”, citó el diario español este lunes. 

La intención por aguantar el empate en lugar de buscar la victoria fue otro de los aspectos más señalados en contra del accionar mexicano.

Derrota inicial es eliminación

Ningún arranque de México en Copa Confederaciones ha sido perfecto en la historia de este certamen internacional, que aunque ya fue campeón en la edición de 1999, sus actuaciones de Primera Fase han tenido sus dudas.

Las dos ocasiones en las que el equipo nacional inició con derrota su participación, (Arabia 1997 y Corea-Japón 2001), fue eliminado.

Cuando fue anfitrión de la Confederaciones en 1999, la selección azteca arrancó con paso prometedor con dos triunfos y una igualada al mediarse a selecciones como Arabia Saudita, Egipto y Bolivia, siguiendo por el mismo camino hasta llegar a la Final en donde le ganaron a Brasil con marcador de 4-3.

Pero en este certamen el peor registro de México ha sido en Corea-Japón 2001, ya que en lugar de defender con honores el título conseguido no les quedó de otra que ser echados del torneo a la primera de cambio. Perdieron todos sus juegos de fase inicial ante Corea del Sur, Francia y Australia; estos últimos dos ocuparon al final el podio como campeón y tercer lugar, respectivamente.

El mejor inicio fue en Alemania 2005 cuando de los tres partidos disputados ante Japón, Brasil y Grecia, el Tricolor rescató siete puntos producto de dos victorias y un empate. Al fin del torneo, México se quedó en cuarto lugar sin medalla.