Por lo menos igualar lo que hicieron el año pasado en este mismo torneo, es a lo que aspiran los Rayados del Monterrey, en la que será su tercera participación consecutiva en el Mundial de Clubes de FIFA.
Pero hasta eso luce complicado en esta décima edición del torneo, ya que los regiomontanos no tuvieron un segundo semestre del año muy productivo.
Luego de haberse desprendido del técnico Víctor Manuel Vucetich, quien los clasificó a este torneo, los albiazules cayeron en un bache futbolístico del cual aún no salen, pero confían iniciar su ascenso a partir de esta justa, en la que debutarán mañana ante el local Raja Casablanca.
En sus dos anteriores participaciones, Rayados llegó con mejores credenciales a la justa en la que también estarán presentes el Guangzhou, el Al Ahly, el Atlético Mineiro y el Bayern Munich.
Esta vez, lo más que puede pedírsele al equipo que dirige “El Profe” Cruz, es ganar el partido ante el Raja Casablanca y esperar un resultado no tan escandaloso ante el Atlético Mineiro.
En su primera edición, los mexicanos fueron eliminados en cuartos de final luego de caer en penales con el Kashiwa Reysol 4-3 y luego vencer en el duelo por el quinto lugar al Esperance de Túnez 3-2.
El año pasado vencieron 3-1 en cuartos al Ulsan Hyundai, de Corea del Sur, para luego perder en semifinales con el Chelsea 3-1 y quedarse con el tercer sitio al derrotar 2-0 al Al Ahly.
El “Profe” Cruz no es nuevo en este Mundial, ya que en 2009 asistió a la competencia como entrenador del Atlante y perdió el duelo por el tercer lugar.
Monterrey tiene equipo completo, conocen el ambiente y saben que la concentración es fundamental, pues el torneo dura tan poco que cualquier error les puede costar un rápido regreso a casa.