Un oscuro verano
Las selecciones nacionales de futbol van de mal en peor. Solo pasaron cuatro días desde que los mexicanos culminaron su participación en Brasil y ahora llega el trago amargo de dos derrotas consecutivas con los menores Sub 20, que más que un orgullo le dan más pena a los seguidores en el país.
Ni llorar será bueno. En la segunda fecha del Mundial Sub 20 Turquía 2013, la Selección Mexicana de la categoría fue derrotada 1-0 por Paraguay, esbozando otra dolorosa eliminación como la sufrida por el Tri mayor en Copa Confederaciones de Brasil.
Rocío Cepeda
Las selecciones nacionales de futbol van de mal en peor. Solo pasaron cuatro días desde que los mexicanos culminaron su participación en Brasil y ahora llega el trago amargo de dos derrotas consecutivas con los menores Sub 20, que más que un orgullo le dan más pena a los seguidores en el país.
Ni llorar será bueno. En la segunda fecha del Mundial Sub 20 Turquía 2013, la Selección Mexicana de la categoría fue derrotada 1-0 por Paraguay, esbozando otra dolorosa eliminación como la sufrida por el Tri mayor en Copa Confederaciones de Brasil.
Aunque a los Octavos de Final del Mundial Sub 20 se clasifican los dos primeros de cada uno de los seis grupos, más los cuatro mejores terceros, México está lejos de ganarse un lugar considerando que el cierre de ronda será contra Mali el próximo viernes en la espera de correr con suerte.
Lo frustrante para la Dirección de Selecciones Nacionales a cargo de Héctor González Iñarritu es que precisamente este grupo de jóvenes menores es la más reciente “generación dorada” del futbol, considerando que en 2011 lograron el Mundial Sub 17 con todos los honores del mundo.
Nombres como Jonathan Espericueta, de quien se dice que Javier “Chicharito” Hernández ya recomendó en el Manchester United; Jesús Corona, al que le echa un vistazo el Borussia Dortmund; y otros tantos elementos que ya debutaron en Primera División de la Liga MX, se tenía cierta expectativa para crecer en un nivel distinto a lo que ha tenido México en los últimos años.
Pero al igual que la Selección Nacional que echaron en la primera de cambio de la Copa Confederaciones, los juveniles de Sub 20 también sufren por toparse con pared con rivales a los que no se les hubiera puesto la etiqueta de favoritos, como el caso de Grecia o Paraguay.
Hace apenas dos años, el futbol mexicano había empezado a escalar en un rol protagónico internacional que los rivales más fuertes hablaron bien de este avance que parecía generalizado por las distintas selecciones nacionales.
Ahora, lo triste es que antes de iniciar el Mundial Sub 20 de Turquía, el equipo dirigido por Sergio Almaguer ya había sufrido otro descalabro inesperado en el Torneo Esperanzas de Toulon, donde México se presentaba como campeón defensor porque la Sub 23 del año pasado lo ganó, pero este año no pudieron.
Cabizbajos por lo ocurrido en Toulon, este mismo equipo se trasladó hasta Turquía para buscar sacarse la espina, sin embargo Almaguer y sus muchachos no han podido encontrar el futbol práctico y efectivo que les permita vencer a sus rivales y poner orden donde antes existía.
“Lástima que no concretamos las oportunidades que tuvimos, tristes por el resultado pero la carrera de nosotros sigue. Vamos a partirnos en la línea y vamos a entregar todo de nosotros hasta el último partido”, fueron las palabras de Espericueta al final del partido contra Paraguay.
México se jugará su última carta contra Mali teniendo en la victoria su único resultado para poder aspirar a la siguiente fase. Sino, otra vez a sufrir con un nuevo adiós