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La rentabilidad de la marca del club León ha crecido tanto en estos dos últimos años que antes de Grupo Pachuca costaba 75 millones de pesos y ahora vale 738 millones
Celebrar la hazaña, disfrutar las emociones que brotan tras un bicampeonato y pronto diseñar la mejor y más ambiciosa estrategia directiva que permita al León no desbaratarse ante la envidia que despierta en la Liga.
El trabajo deportivo en la cancha fue realizado a la perfección por los jugadores y cuerpo técnico de La Fiera, pero una vez que se ha conseguido uno de los objetivos más ambiciosos de los últimos años en México, para la gerencia de Jesús Martínez Murguía es ahora cuando inicia la verdadera etapa de maduración como dirigente de un club de Primera División.
“Chuchito” tomó las riendas de los Esmeraldas cuando tenía solo 26 años, desde ese momento ha tenido el mismo equipo, relativamente, pues ha tenido pocos cambios en salida o refuerzos.
Pero como franquicia, todo ha cambiado. El club ha subido su costo como franquicia muchísimo más de lo que costaba hace seis años cuando todavía no llegaba a las manos de los Martínez y ahora es momento de hacerlo crecer todavía.
Después de dos años en el Máximo Circuito, el León no es más un equipo recién ascendido, sino tiene a los mejores jugadores que son objeto de deseo de más de una institución rival. Chivas, América, Santos, Monterrey, Tigres y otro más con capacidad monetaria ya saborea una que otra de sus piezas valiosas.
Es aquí cuando la capacidad analítica, estrategias de mercado, liderazgo resolutivo y la toma de decisiones de Martínez Murguía marcará el rumbo de una histórica institución que, sin importar que tenga en sus filas al presidente más joven de la Liga MX (29 años), va en franco ascenso.
Los jugadores ideales
El destino de Carlos “Gullit” Peña y Luis Montes, después del Mundial, se encuentra en el futbol de Europa. Esta es la visión de quienes disfrutan el juego ofensivo que porta la dupla esmeralda y en forma de deseo complace a cualquiera la idea de verlos en el futbol internacional.
Apenas el año pasado, Jesús Martínez Murguía logró una de sus mejores decisiones en todo su período como directivo: ampliar el contrato a cuatro años para “Gullit”, Montes, Ignacio González y William Yarbrough, hombres estelares que parecen encajar en casi cualquier club.
Tan pronto terminó el torneo y la prensa “colocó” a Peña en Chivas, al grado de que la directiva del Guadalajara salió a desmentir tal rumor. Pero como estos, ha habido y habrán gran cantidad que puedan ser mentira o tal vez se conviertan en verdad.
Todo será trabajo de Murguía, deberá evitar que no exista fuga de talento, que no desintegren el plantel ideal conformado o por lo menos que sea un excelente negociador al momento de darles salida.
El técnico envidiable
Gustavo Matosas llegó al León después de un breve paso por Gallos Blancos de Querétaro, sin muchos reflectores y poca experiencia.
Ahora que ha encontrado una fórmula vistosa, ofensiva y de buen futbol, no cabe duda que las ofertas por el técnico uruguayo llegarán, además de que para su carrera no le vendría nada mal una plataforma de mayor jerarquía; guardando las proporciones que significa el León en este momento.
Con la emoción del bicampeonato, el charrúa dijo que quiere ir por el Tri, pero en cuanto no le salgan las cosas (como ya le ha pasado), tendrá ganas de hacerse a un lado. Como directivo, “Chuchito” Martínez debe asegurarse de que a Matosas no le falte nada para sentirse a gusto, pues si otro equipo le guiñe el ojo, puede cambiar de colores sin pensarlo.
La rentabilidad del equipo
“Comprar 100 por ciento al León es algo que tengo en mi cabeza, es sin duda parte de mi proyecto de vida”. Esta declaración del joven presidente la hizo hace un año, como reflejo de la perspectiva y proyectos visionarios que se plantea al frente del cuadro del Bajío, pero que para lograrlo necesitará mucho esfuerzo.
Convertir el negocio en una empresa redituable es el objetivo de cualquier directivo, pues aunque perteneciente a Grupo Pachuca y socio de Grupo Carso, el club León ha logrado el éxito deportivo que le permitirá mayores alcances económicos al cabo de unos cuantos años.
La rentabilidad de la marca del club León ha crecido tanto en estos dos últimos años que antes de Grupo Pachuca costaba 75 millones de pesos y ahora vale 738 millones de pesos, según valores estimados apenas a principios del presente año y sin considerar el título obtenido hace dos días.
El objetivo del “Junior” es claro, necesita colocar la imagen del León en lo más alto del circuito mexicano y de paso emular el sistema de negocios que hasta ahora le ha funcionado al club Pachuca, el cual incluye un nuevo estadio con hotel, una plaza comercial y una universidad de futbol. Todo parece fácil pero va en camino de lograrse.