Y ahora… ¿qué sigue?

El rumbo de la Selección Nacional está definido. Al cierre de esta edición, el Tricolor estaba dentro del Mundial de Brasil 2014 y por ello surgen una serie de cuestionamientos que valen la pena reflexionar dentro de la estructura del equipo.

Porque independientemente de si México merecía o no estar dentro de la Copa del Mundo, llegar al repechaje contra Nueva Zelanda no era precisamente lo que los mexicanos esperaban del proceso que inició con José Manuel de la Torre, continuó con Luis Fernando Tena, cayó en manos de Víctor Manuel Vucetich y terminó con Miguel Herrera.

Fue decoroso el accionar de la eliminatoria pero muy vergonzoso el paso por el hexagonal final. Panamá, Estados Unidos y Costa Rica pusieron en ridículo al futbol mexicano, y hasta los vecinos del norte se burlaron con el “You’re welcome” por el pase del Tri a la repesca con los “kiwis”.

A nadie se le olvida que en México tuvieron que nacionalizar a Lucas Lobos, Christian Giménez y Damián Álvarez en este espinoso camino, simplemente porque no encuentran al o los jugadores de esa talla, ni en la Liga MX ni en Europa que puedan agredir al rival en esa parte del campo.

Esto generó crítica generalizada de los rivales en Concacaf, sobre todo cuando “Chaco” jugó durante el hexagonal.

Y qué decir del suceso penoso que se vivió en la Selección Nacional cuando Miguel Herrera y su presidente americanista, Ricardo Peláez, se quedaron con las ganas de nacionalizar al mediocampista Rubens Sambueza. De no ser porque éste ya había jugado en su juventud con el equipo de Argentina y FIFA no le dio permiso, también hubiera sido ya otro “ratón verde”.

Desde los personajes ejecutivos hasta los que ven acción en la cancha, todos merecen un examen minucioso de sus resultados y efectividad en sus cargos, pues tanto la prensa como los aficionados coinciden en que en la Federación Mexicana de Futbol hace falta una sacudida.

La presidencia

El presidente de la Femexfut tiene el mérito de ser el directivo que mejor ha manejado el aparato financiero y mercadológico de la Selección Mexicana de Futbol, sin embargo sus cuentas deportivas no son precisamente para presumirse luego de siete años de trabajo.

Es posible que Justino esté viviendo sus últimas horas como presidente de la Federación Mexicana de Futbol, y es razonable dentro de toda esta historia de sufrimiento y fracaso que ha pasado la Selección Mayor.

Su cambio se daría posiblemente después de la Copa del Mundo, y los nombres de Ricardo Peláez o Yon de Luisa empiezan a sonar para suplirlo, esto porque el América es el equipo que mejor anda en este momento.

La dirección de Selecciones

El director de Selecciones Nacionales también está en la cuerda floja, sino es que antes, él mismo presenta su carta de renuncia por vergüenza deportiva, como se rumoró cuando Vucetich fue despedido del timón del Tricolor.

Al igual que Compeán, Iñárrritu sería removido de su cargo después de la justa mundialista. Uno de sus mayores fracasos, no haber podido convencer a Carlos Vela para que se integrara al proceso mundialista cuando más lo necesitaban.

Se especula que Miguel Herrera ha llegado a un acuerdo con Vela para que regrese al Tri, pero se supone que como director de Selecciones, era trabajo de Héctor en cada uno de esos viajes que hizo a Europa.

La dirección técnica

Será en diciembre cuando se decida si “El Piojo” continúa como técnico del representativo nacional. Todo indica que el sueño de Herrera se cumplirá y haber avanzado a la Copa del Mundo le será premiado y reconocido con mantenerlo como estratega del Tri.

Los directivos lo respetan, sus colegas también, es por ahora el entrenador ideal para estar al frente del cuadro mexicano, por lo tanto sería descabellado que alguien lo moviera de su cargo.

Su lugar solo debe ser para alguien proveniente del futbol extranjero, con mejores credenciales y mayor experiencia en este negocio.

Los naturalizados

Nuevamente se abre la discusión sobre qué tan necesario es para la Selección Mexicana el llamar a elementos naturalizados para el Mundial.

Lucas Lobos, jugador de Tigres, no tuvo un solo minuto de actividad cuando fue llamado por Víctor Manuel Vucetich durante dos partidos.

Posteriormente, por asuntos personales relacionados a la salud de su hijo, el felino decidió no asistir a la segunda convocatoria, la  de Miguel Herrera, quien sí lo tenía contemplado hasta como titular.

Antonio Naelson “Shinha” es otro de los naturalizados que fueron llamados para salvar el barco, sin embargo es posible que si llaman a Lobos en el futuro y éste acepta, ya no sea necesario para volver al Tri.

Christian “Chaco” Giménez es un elemento con la misma posición, pero tal vez no con mucha cabida en el equipo de “El Piojo” dado que el equipo ya cuenta con otros seleccionados que recientemente le han funcionado mejor al plantel, como Luis Montes o el propio Carlos “Gullit” Peña.

Los mexicanos ‘europeos’

Después de una eliminatoria en la que no fueron diferencia ni aportaron mucho en el juego de la Selección, todo indica que los mexicanos que juegan en Europa no serán requeridos esta vez para la justa mundialista del próximo verano.

Es necesario hacer un examen rigoroso de lo que cada “europeo” ha logrado en los últimos meses para saber a ciencia cierta si debe ser integrado en el equipo o debe quedarse sin convocatoria. 

Javier “Chicharito” Hernández vende imagen, dicen los que saben. Pero, ¿y Carlos Vela?. Es posible que el delantero de la Real Sociedad deje atrás  sus negativas anteriores y de una vez responda al llamado. 

Los inamovibles

En todo este trajín mexicano rumbo al Mundial, al menos los diferentes técnicos han dejado claro que hay futbolistas inamovibles en el cuadro mexicano. Estos son los casos del portero José de Jesús Corona, Miguel Layún, Rafael Márquez y posiblemente el lateral Paul Aguilar.

Otro de los fundamentales es Raúl Jiménez y también Oribe Peralta, éste último por ser piedra angular del aparato ofensivo mexicano que en los últimos partidos no ha fallado cuando se le requiere.