¿Adiós al carbón y las carboeléctricas en México?

El gobierno mexicano se resiste a adoptar medidas para combatir el cambio climático y sigue apostando al uso del carbón con el propósito de salvaguardar la seguridad y soberanía energética del país
Nayeli Meza Orozco Nayeli Meza Orozco Publicado el
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México no quiere renunciar al carbón. Desde hace años, el ‘oro sucio’ alimenta las plantas carboeléctricas  para generar electricidad, sin embargo, los contaminantes que derivan de esta actividad generan un daño importante a la salud, además de que representan un reto para mitigar los efectos del cambio climático.

La última inversión que realizó durante este año la Comisión Federal de Electricidad (CFE) dirigida por Manuel Bartlett fue por el orden de los 2 mil millones de pesos para adquirir dos millones de toneladas de carbón a 75 productores de Coahuila.

En diversas ocasiones la Iniciativa Climática México (ICM) ha hecho un llamado a descarbonizar al sector energético a nivel nacional con el objetivo de contribuir a la lucha contra la emergencia climática a través de una mayor participación de las energías renovables y la eficiencia energética.

Elié  David  Villeda, experto en energía renovable, explica que en México se forza la participación del carbón en la matriz energética por temas laborales y sindicales, mientras que en temas económicos y ambientales ya no debería tener injerencia.

Se tienen que buscar sustituir esos trabajos que hay en minas de carbón por otros mucho más sustentables. En México no se tienen en cuenta las externalidades de producir energía a base de carbón las cuales se deben dimensionar
Elié David VilledaExperto en energía renovable

A pesar de los esfuerzos que se han implementado para reducir el consumo del carbón, el mercado a nivel mundial está valuado en 698 mil millones de dólares y el negocio  está integrado por alrededor de 22 mil 113 empresas en total, de acuerdo con un reporte de la firma IBISWorld.

Mirada global al carbón

China es potencia a nivel mundial en producción de carbón y su músculo se refleja en las múltiples empresas que se dedican a esta actividad.

Dentro de la lista destacan China Shenhua Energy, compañía de energía integrada que opera principalmente a través de su división de carbón. Sus ingresos para los 12 meses que terminaron el 31 de marzo de 2019 fueron de 27 mil 222 millones de dólares, un aumento del 96.05 por ciento en contraste con el mismo periodo pasado.

Otra es China Coal Energy Company Limited que extrae y procesa productos de carbón, y durante su último año fiscal sus ingresos fueron por 33 mil 200 millones de dólares, según su reporte financiero.

Al cierre del año pasado la producción mundial de carbón aumentó en 1.5 por ciento, impulsada por China con 3.2 por ciento, mientras que Indonesia reportó un avance de 1.3 por ciento, estas fueron las únicas alzas significativas, de acuerdo con la empresa de energía BP.

Por el contrario, las mayores caídas en la producción vinieron de Estados Unidos, con 1.1 por ciento, mientras que Alemania retrocedió un magro 0.3 por ciento.

Las expectativas de ingresos para la industria mundial de la minería del carbón también se han ajustado de una caída de 5.4 por ciento a un desplome de 15.4 por ciento, como resultado de las pérdidas en la demanda aguas abajo, que también deberían reducir los precios de la industria, revela IBISWorld.

En un reporte anual elaborado por BP se revela que el consumo mundial de carbón cayó un 0.6 por ciento, dato que representó su cuarto descenso en los últimos seis años.

El gas natural y las energías renovables comienzan a desplazar a paso lento al ‘oro sucio’, por lo que en la combinación energética el consumo del carbón cayó 27 por ciento durante 2019, a su nivel más bajo en 16 años.

Hacia adelante, el experto en energía Elié David Villeda opina que la industria del carbón no tiene mucho futuro, sobre todo porque cada vez existe una mayor preocupación por cumplir con los objetivos ambientales, no solo empresariales, también a nivel nación.

“Después de saber que las principales afectaciones hacia el sistema inmunológico vienen por enfermedades respiratorias los países se comprometieron a bajar las emisiones de carbono. El reducir el uso de carbón en sus sistemas eléctricos no solo obedece a una razón económica, también a un motivo de salida, es por eso que vemos que los planes de recuperación se basan en una economía baja en carbono”.

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