Después de seis años con los tipos de interés en niveles cercanos a 0 por ciento, la última parte del paquete más agresivo de política monetaria en la historia de Estados Unidos podría acabar.
La Reserva Federal, el banco central de este país, expresó ayer que continuará evaluando los principales indicadores económicos antes de subir sus tasas. Sin embargo, establece una diferencia fundamental respecto a la comunicación pasada: la eliminación de la palabra “paciencia” en su comunicación.
Anteriormente, se señaló que el banco central permanecería paciente a la evolución de los indicadores económicos. Ahora, el banco central dijo que elevará los tipos de interés después de un mejoramiento en el mercado laboral y de estar “razonablemente confiados” en un incremento inflacionario.
Los principales índices accionarios reaccionaron positivamente al pronunciamiento de la Reserva Federal. Desde mediadía de ayer hasta el momento de la publicación del comunicado, los principales índices bursátiles de Estados Unidos registraron un alza significativa.
El comunicado establece que “un incremento en el rango objetivo para los fondos federales (tasas de referencia) permanece como un escenario poco probable durante la siguiente junta del Comité de Mercado Abierto en abril”.
Analistas consideran que las declaraciones de la Reserva Federal “calmaron las aguas” temporalmente.
No obstante, la expectativa en relación a un alza de tasas en la segunda mitad de 2015 es inminente. El portal Bloomberg reporta que existe una probabilidad de que los tipos de interés sean elevados en junio es de 19 por ciento.
Pronósticos cruzados
A pesar de la creciente expectativa de alza de tasas, los pronósticos del banco central envían señales mixtas. Por un lado, el comunicado señala que el mercado laboral ha mejorado con empleos generados y menores recursos ociosos. Se espera un nivel de desempleo de 5 por ciento en el largo plazo.
Sin embargo también se argumenta que el crecimiento y la inflación se han desacelerado. Se pronostica que este último permanecerá en los niveles actuales hasta que desaparezcan efectos transitorios como el descenso del precio del crudo.