La nueva normalidad de bajo crecimiento global se ha convertido en un lastre para la industria automotriz mexicana, el sector más dinámico de la economía exportadora. El deterioro de las perspectivas de expansión en América Latina, el estancamiento crónico de Europa y el reciente debilitamiento del mercado interno de Estados Unidos se han traducido en una caída en las exportaciones de automóviles mexicanos.
Después de haber sido el único motor de crecimiento relevante de la economía de México en los últimos años, el 2016 no ha sido un buen año para la industria automotriz de exportación.
En abril, la venta de automóviles mexicanos en el exterior se redujo 15.6 por ciento en términos anuales. La baja para los primeros cuatro meses del año en relación al mismo periodo de 2015 es de 7.4 por ciento.
Pese a que el mercado interno mostró un crecimiento notable de casi 25 por ciento en abril frente al mismo mes del año pasado, la debacle de la demanda externa se reflejó en una menor producción neta en este periodo.
Las ventas destinadas a Estados Unidos, a donde se envían 75 de cada 100 autos mexicanos vendidos en el exterior, disminuyó 9 por ciento en abril en términos interanuales.
Sin embargo, el escenario es más grave en el resto de los mercados de exportación de México: la caída fue de 21.6 por ciento en Canadá, 49.3 por ciento en Europa y 39.7 por ciento en América Latina.