La Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) decidió incrementar la tasa de interés de referencia en 50 puntos base, a un nivel de 4.75 por ciento. La medida pretende contener la trayectoria de depreciación del peso frente al dólar, uno de los riesgos más evidentes para la estabilidad de precios.
El movimiento de política monetaria era esperado por la mayoría de los especialistas en economía consultados, de manera independiente, por Bloomberg y Reuters.
En ese sentido, el consenso de analistas refiere que el incremento de tasas de interés se encuentra en línea con el camino y el discurso que ha seguido la política monetaria del banco central en el último año. En los últimos 10 meses, las autoridades monetarias han elevado la tasa de interés de referencia en 175 puntos base.
A pesar de ello, el comunicado de Banxico señala que no se pretende iniciar un ciclo alcista de la tasa de interés de referencia.
La decisión de Banxico ocurre en un contexto en el que el deterioro de las finanzas públicas del país se conjuga con un cóctel de riesgos externos que podrían exacerbar una depreciación de la moneda nacional que ya supera el 14.35 por ciento en los últimos doce meses.
El banco central comunicó que espera un recrudecimiento de la volatilidad en los mercados financieros, así como un aumento en las primas de riesgo de activos mexicanos y un deterioro en el balance de riesgos del entorno debido al comportamiento de los precios del petróleo y a la normalización gradual de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Además, se hizo referencia explícita a las elecciones presidenciales de Estados Unidos como un factor de disrupción: “Esto, sobre todo si se agudiza el nerviosismo derivado de las posibles consecuencias del proceso electoral de Estados Unidos, cuyas implicaciones para México podrían ser particularmente importantes”.
Por otra parte, se citó a la contracción de la actividad económica en el segundo trimestre como la muestra patente de que el balance de riesgos para el crecimiento se ha deteriorado.
El discurso de Banxico expresa que la significativa depreciación del peso frente al dólar ya se ha vuelto evidente en un aumento de la inflación subyacente.
Críticas para Banxico
En el último lustro, México ha sido referido como un ejemplo de estabilidad macroeconómica. En este respecto, Banxico ha jugado un papel central.
Sin embargo, con el tipo de cambio interbancario en niveles cercanos a su máximo histórico, la conducción de la política monetaria se ha convertido en un blanco de críticas. Algo inusual para el banco central mexicano.
Esta semana, en un artículo publicado en el diario El Financiero, Gabriel Casillas, economista en jefe de Banorte, argumentó que la falta de independencia de la política monetaria respecto a la política cambiaria implicaba un riesgo para el logro de los objetivos de Banxico.
En la misma línea, analistas de Wells Fargo expresaron que los consistentes aumentos en la tasa de interés de Banxico, sobre todo ante la ausencia de una acción similar de parte de la Fed, habían exacerbado la depreciación del peso frente al dólar.
La conclusión de Nicholas Bennenbroek, director de estrategia de divisas en Wells Fargo, yace en que los movimientos de política monetaria se realizaron de manera súbita e inesperada, generando un nuevo precedente para futuras intervenciones.
Analistas expresan que este precedente explica la convergencia entre las decisiones de Banxico y las expectativas del grueso de analistas. Para Bennenbroek y su equipo, las alzas en los tipos de interés asustaron a los inversionistas de activos mexicanos de renta fija: “La única pregunta es si los incrementos de tasas fueron tan súbitos e inesperados que crearon el riesgo de que Banxico continúe subiendo los tipos de interés.”
Lo relevante del anuncio de política económica
“Este aumento al objetivo para la Tasa de Interés Interbancaria a un día no pretende iniciar un ciclo alcista de éste”.
“Hacia adelante, persiste el riesgo de que la volatilidad en los mercados financieros internacionales y nacionales se recrudezca. Esto, sobre todo si se agudiza el nerviosismo derivado de las posibles consecuencias del proceso electoral en Estados Unidos, cuyas implicaciones para México podrían ser particularmente importantes”.
“Ante este adverso entorno externo, es crucial continuar reforzando las políticas orientadas a fortalecer los fundamentos macroeconómicos del país”.
Alzas poco efectivas
Alejandro Villagómez, un economista independiente, hizo un recuento de los últimos cambios en las decisiones de política monetaria de Banxico. Su análisis parte de la conclusión de que la pérdida de valor del peso frente al dólar obedece en mayor medida a factores externos, resaltando que la presentación del Paquete Económico 2017 tuvo un efecto limitado para el tipo de cambio.
Villagómez argumenta que la decisión del 17 de diciembre del 2015, en la que Banxico elevó la tasa de interés de referencia en 25 puntos base, ayudó a contener la depreciación del peso frente al dólar.
Asimismo, considera que el aumento de 50 puntos base en la tasa de referencia, determinada a mediados de febrero de este año, tuvo un efecto similar.
No obstante, expresa que la decisión de elevar los tipos de interés en 50 puntos base en la reunión de julio fue poco efectiva para cambiar la trayectoria descendente de la moneda nacional. De tal suerte, pronostica que el incremento de 50 puntos base en la última reunión del banco central tampoco presentará resultados efectivos.
Esta postura coincide con la advertencia de Andrés Jaime, analista de Barclays, quien refiere que la depreciación del peso frente al dólar no tiene que ver con los fundamentales económicos de México, sino con cambios en el entorno adverso. Por lo tanto, argumenta que un aumento en los tipos de interés no podrá neutralizar los golpes externos en el tipo de cambio. En cambio, Jaime sugiere a Banxico vender dólares en operaciones de mercado abierto con el fin de paliar la depreciación.