Brexit: Riesgo común
La frágil economía global tendrá su momento de la verdad el 23 de junio, cuando celebrará el referéndum en el que el Reino Unido decidirá si seguirá formando parte de la Unión Europea.
Las implicaciones globales del referéndum son ampliamente reconocidas e incluso la Reserva Federal de Estados Unidos lo ha citado como uno de los riesgos más significativos para la estabilidad económica.
La frágil economía global tendrá su momento de la verdad el 23 de junio, cuando celebrará el referéndum en el que el Reino Unido decidirá si seguirá formando parte de la Unión Europea.
Las implicaciones globales del referéndum son ampliamente reconocidas e incluso la Reserva Federal de Estados Unidos lo ha citado como uno de los riesgos más significativos para la estabilidad económica.
George Osborne, ministro de finanzas de Reino Unido, se encuentra en medio de una intensa campaña mediática para advertir sobre las consecuencias de una salida de la Unión Europea, también conocida como ‘Brexit’.
Para Osborne, el Brexit desencadenaría en la economía local una recesión de un año entero, la pérdida de 500 mil empleos en dos años, una caída de entre 10 por ciento y 18 por ciento del precio de las viviendas, una depreciación severa de la libra, un repunte inflacionario, y una pérdida de ingresos anuales de 3 por ciento para los trabajadores.
Sin embargo, la percepción de que el Brexit es un peligro para la economía global se extiende más allá de Gran Bretaña. En la reunión de fin de semana de los ministros de finanzas del G7 celebrado en Japón, éste fue el tema central de la reunión.
El consenso es generalizado: el Brexit es un escenario que debe evitarse a toda costa. Michel Sapin, ministro de Finanzas de Francia, dijo que “el G7 no ha pensando en algún plan B para responder al Brexit, sólo hemos discutido medidas que ayuden a la permanencia”.