China y Venezuela: Un ‘matrimonio’ incómodo

La generosidad china parece haber aprendido su límite a la mala.

En los últimos años, el país asiático ha desembolsado miles de millones de dólares en préstamos para países emergentes. Por lo general, estos créditos se otorgaron en condiciones riesgosas y sin un buen control gubernamental.

Alejandro Dabdoub Alejandro Dabdoub Publicado el
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millones de dólares es lo que aproximadamente ha otorgado China a países latinoamericanos desde el 2007
"El barril cayó de 96 a 40 dólares, pero no nos faltarán los recursos. El petróleo nunca volverá a los 100 dólares, pero Dios proveerá. Jamás le faltará a Venezuela"
Nicolás MaduroPresidente de Venezuela
Se estima que China desembolsó alrededor de 670 mil millones de dólares en préstamos para países emergentes en los últimos dos años. Esta cantidad es superior a lo que el Banco de Exportaciones-Importaciones de EU ha otorgado en todos sus 80 años de vida
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La generosidad china parece haber aprendido su límite a la mala.

En los últimos años, el país asiático ha desembolsado miles de millones de dólares en préstamos para países emergentes. Por lo general, estos créditos se otorgaron en condiciones riesgosas y sin un buen control gubernamental.

De acuerdo con el Financial Times, algunas autoridades estadounidenses calculan que China gastó alrededor de 670 mil millones de dólares en préstamos para países emergentes en los últimos dos años. Esta cantidad es superior a lo que el Banco de Exportaciones-Importaciones de Estados Unidos ha otorgado en todos sus 80 años de vida.

Las cantidades exactas de los préstamos no se conocen ya que el gobierno chino mantiene esta información, así como las condiciones de los créditos, fuera del ojo público.

La motivación detrás de los préstamos suele ser política más que económica. Los países con los que China mantiene una mayor afinidad ideológica son beneficiados y no necesariamente los que representan una mejor inversión o vínculo comercial.

Este comportamiento altruista comienza a presionar la economía de China. La semana pasada se dio a conocer que el país creció en un 7.4 por ciento de su Producto Interno Bruto el año pasado.

Aunque para estánderes mexicanos este desempeño económico es envidiable, representa la más baja tasa de crecimiento en lo últimos 25 años para China. El nuevo panorama complica la relación del país con sus deudores, varios de los cuales no están en condiciones de pagar los créditos en estos momentos.

El caso más emblemático es Venezuela, el cual podría afectar no sólo a China, si no a otros emergentes.

Más vale pájaro en mano

Venezuela vive hoy su peor crisis económica en más de una década. La tasa de inflación se encuentra entre el 60 y 70 por ciento (una de las más altas del mundo) la población sufre una profunda escasez de productos básicos y los precios del petróleo, de los principales ingresos gubernamentales, están en su nivel más bajo desde el 2008.

“El barril cayó de 96 a 40 dólares, pero no nos faltarán los recursos. El petróleo nunca volverá a los 100 dólares, pero Dios proveerá. Jamás le faltará a Venezuela”, afirmó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro en su informe anual ante el Congreso la semana pasada.

Pero no todos son tan optimistas. China es uno de los escépticos frente a la situación venezolana y el mayor acreedor del país.

Desde el 2007 Venezuela a recibido más de 50 mil millones de dólares en préstamos por parte de China.

Las reservas internacionales de Venezuela rondan los 21 mil millones de dólares, por lo que el país todavía no ha caído en incumplimiento de pagos.

El Financial Times afirma que en marzo tendrá que pagar mil millones de dólares de su deuda con China, que sin duda podrá cubrir, pero para finales de año está obligado a liquidar otros 9 mil millones de dólares.

Esta mezcla de circunstancias provocó que hace poco China se negara a otorgar otro crédito a Venezuela en la última visita que realizó Maduro a ese país.

Pero puede que esto no sea suficiente para que China rescate su situación. Si Venezuela llega a caer en incumplimiento de pagos, podría tener un efecto negativo en otros países emergentes como México. La aversión al riesgo crecería entre los inversionistas, quienes buscarán a los mercados de las potencias para resguardar su dinero.

Por su parte, si China mantiene a la baja su tasa de crecimiento cuasará un mayor estancamiento global. Sólo es necesario recordar que uno de los motivos de la caída del petróleo ha sido el descenso en la demanda que motivó la desaceleración asiática.

Perdiendo a los latinos

Tanto China como Estados Unidos están interesados en convertirse el país con mayor influencia sobre los latinos.

Aunque ambas naciones han negado que exista alguna competencia por influenciar la región, la evidencia apunta a lo contrario. Los latinos pasaron de pedir dinero a organismo internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, para depender de la generosidad de estos gigantes económicos.

Hasta hace poco, la lucha por Latinoamérica parecía estar ganada por China. Sin embargo, los problemas económicos, tanto en el país asiático, parecen revertir la balanza.

Los principales socios de China, Venezuela, Argentina y Cuba, no han aprovechado las oportunidades de los préstamos. Ninguno de estos países cumplió con sus planes de reformas y proyectos de inversión.

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